Tratamiento farmacológico de la obesidad|483
termogénicas. Las interacciones homeostáticas finas entre hipotálamo-‐hipófisis y
suprarrenales constituyen un eje neuroendocrino trascendental para el obeso. Este
sistema neuroendocrino controla las reacciones al estrés y regula varios procesos
del organismo como la digestión, el sistema inmune, las emociones, la conducta
sexual y el metabolismo energético normal y patológico en el obeso.
Agentes noradrenérgicos
Los fármacos noradrenérgicos (o catecolamínicos) ya superados los
consideramos en la Tabla 1 (ver anexos), son análogos activos de la norepinefrina,
metabolito del aminoácido esencial fenilalanina →tirosina →noradrenalina
→levodopa →dopamina. Han sido aplicados como fármacos Benfetamina,
Fendimetrazina, Dietilpropion, Fentermina, Mazindol y Fenilpropanolamina, ya
descartados en su aplicación por sus contraindicaciones (Tabla 2, ver anexos).
La anfetamina fue el primer fármaco noradrenérgico, que por el riesgo de
abuso ha tenido serias dificultades de administración y distribución. Igualmente no
han mostrado las esperanzas depositadas en ellos la metanfetamina y
fenmetrazina al no estar indicados para el tratamiento de la obesidad.
Principalmente y en relación al placebo por producir solo pequeñas pérdidas de
peso y efectos adversos como nerviosismo, insomnio y sequedad de boca, que
ceden hacia el décimo día. Su aplicación conjunta con inhibidores de la
monoamino-‐oxidasa (IMAO) está contraindicada por inducir a crisis hipertensivas
y a glaucoma. Por estas razones y por no poderse aplicar en pacientes con
trastornos coronarios o con arritmias cardíacas, han sido apartados de la
terapéutica humana.
La Fenilpropanolamina como medicamento fue clasificado por la Food and
Drug Administration (FDA) de USA como eficaz para la pérdida de peso, sin receta
ni cheque, a diferencia de otros agentes noradrenérgicos. También se aplica como
descongestionante y supresor del apetito en dosis máxima de 75 mg/día. Sin
embargo, tiene dos llamadas de atención, pues no es aconsejable su aplicación en
pacientes hipertensos ni cardíacos, ni tampoco ser aplicado conjuntamente con
agentes simpaticomiméticos,
por aumentar el riesgo de accidentes
cerebrovasculares.