Tratamiento farmacológico de la obesidad|475
Son tres fases clásicas de toda intervención médica en una enfermedad o
proceso patológico, y la obesidad es uno de ellos.
En este sentido, el paciente obeso ofrece signos mórbidos visibles
inmediatos, pero deben evaluarse los máximos datos nosológicos de su
enfermedad. Su diagnóstico preciso se basa en el cálculo del índice de masa
corporal (IMC) [Peso (kg)/Talla 2 (m)]. De acuerdo a su severidad, se clasifica en
obesidad leve o sobrepeso, obesidad moderada, severa y mórbida. Un IMC de 25
kg/m
2
es el umbral para la identificación de pacientes con riesgo de desarrollar
comorbilidades,
principalmente diabetes mellitus,
hipertensión arterial,
enfermedades cardiovasculares y cáncer. A partir del índice de masa corporal de
40 kg/m
2
se prescribe la cirugía bariátrica.
El diagnóstico que se fundamenta en un amplio espectro de posibles causas
de la obesidad debe ser evaluado para una terapia específica para cada paciente,
como ha sido señalado anteriormente. Debemos añadir, además, que de nada vale
un tratamiento farmacológico empírico, sin un diagnóstico preciso, resultado de un
estudio analítico que debe incluir absorción,
metabolismo,
nivel de
biodisponibilidad de vitaminas y elementos minerales esenciales y sus iones,
deficiencias o carencias. La falta de vitamina D se asocia de forma muy importante
a la obesidad, sobre todo cuando ésta es severa (8), y también iones minerales
esenciales. El déficit o carencia de iones esenciales induce a trastornos patológicos,
y entre los iones más destacados se contemplan: yodo, cromo, zinc, cobre, níquel y
magnesio. Se conocen patologías de deficiencia enzimática, y en ese contexto si una
enzima pierde su cofactor, ion mineral de su grupo activo o es sustituido por otro
ion metálico, pierde también su actividad catalítica, caso de la fosfatasa alcalina.
Las enzimas proteasas atacan y ayudan a eliminar toxinas y grasas. Las lipasas son
enzimas que participan en la digestión de las grasas y evitan su acumulo en los
órganos, arterias, capilares y también en caderas, muslos, glúteos y estómago.
b).-‐ Etiología y futuro.