Lipogénesis de novo y termogénesis|197
plasma y altera la homeostasis hepática de glucosa pero, no aparece causar
insulino-‐resistencia en músculo ni aumento en la presión arterial.
Estudios epidemiológicos recientes han proporcionado pruebas que ponen
de manifiesto que el elevado consumo de azúcares se asocia con enfermedades
metabólicas. La ingestión de elevadas dosis de sacarosa (glucosa-‐fructosa) o del
jarabe de maíz rico en fructosa, unido a dietas
ad libitum
supone un factor de
riesgo para la enfermedad cardiovascular y el síndrome metabólico. Estos efectos
se deben al rápido metabolismo de la fructosa catalizado por la fructoquinasa C,
que genera sustratos para la lipogénesis
de novo
y conduce a un incremento en los
niveles de ácido úrico. Estudios clínicos recientes han investigado los efectos de
consumir menos azúcares, vía intervenciones educacionales o mediante utilización
de edulcorantes no calóricos y han proporcionado evidencias de que tales
estrategias tienen efectos beneficiosos sobre los factores de riesgo de
enfermedades metabólicas.
La fructosa está siendo muy discutida, en los últimos tiempos, por su
posible intervención en la pandemia de la obesidad y a sus complicaciones
cardiovasculares. Considerando los mecanismos propuestos en la significación
clínica del riesgo cardiovascular en humanos, se encuentran en estudio revisiones
sistémicas y de meta análisis en grupos controlados de alimentación, en los que se
ha investigado el reemplazo isocalórico de la glucosa por fructosa para observar
los efectos cardiometabólicos. Recientes estudios han demostrado que aunque la
fructosa puede elevar el colesterol total, el ácido úrico y los triacilglicéridos
postprandiales no parece que su ingestión afecte otros aspectos en el perfil
lipídico, insulina o marcadores de hígado graso no alcohólico, incluso puede tener
ventajas sobre la glucosa respecto al control de la glucemia y a la presión arterial.
Termogénesis
Uno de los mecanismos para aumentar la temperatura corporal reside en
las propias mitocondrias. Estos orgánulos como centrales energéticas de las células
son los encargados de proporcionar calor cuando es necesario. El tejido adiposo
marrón o pardo, que se localiza en el cuello y en la espalda, es el encargado de la
termogénesis sin temblor de los recién nacidos y de los animales hibernantes. El