Lipogénesis de novo y termogénesis|191
Figura 2
. Consecuencias divergentes de la lipogénesis de novo en tejido adiposo cuando se
compara con la lipogénesis de novo en hígado. La esteatosis se puede manifestar como hígado graso
no alcohólico, o como esteatohepatitis no alcohólica (Herman y Khan 2012, modificado).
Por tanto, los carbohidratos consumidos en cantidades superiores a los
requerimientos energéticos del organismo y por encima de la capacidad que tiene
el hígado de almacenarlos en forma de glucógeno, han de ser convertidos en
ácidos grasos para su almacenaje en forma de TAG. El tejido adiposo blanco es el
tejido primario que se encarga de almacenar la grasa. Es importante destacar, que
en hígado, la lipogénesis
de novo
y la posterior síntesis de TAG, debida a un
elevado consumo de carbohidratos, conduce a un incremento en la síntesis y
secreción de partículas de lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) (Figura 3).
Las partículas VLDL entran en la circulación y los TAG que acarrean, pueden ser
hidrolizados a ácidos grasos en el interior de los capilares de los tejidos
extrahepáticos, principalmente en tejido adiposo y músculo. Estos ácidos grasos
pueden ser reesterificados y nuevamente almacenados como triacilglicéridos o
pueden ser oxidados en la mitocondria para generar energía. Durante el ayuno,
tiene lugar la hidrolisis de los triacilglicéridos del tejido adiposo, que libera ácidos
grasos que pueden ser incorporados por el hígado. Tales ácidos grasos derivados
del tejido adiposo pueden ser reincorporados como triacilglicéridos y secretados
en partículas VLDL, demostrando con ello, que los ácidos grasos de reserva del