388|Manuel Serrano Ríos y María Cascales
incremento en la expresión de la proteína SOCS3 (supresora de la señalización de
citoquinas). Además, otros estudios realizados con adipocitos humanos
demuestran una respuesta diferencial a citoquinas proinflamatorias en función de
su origen y que la hiperinsulinemia compensatoria característica de las etapas
iniciales de la diabetes tipo 2, altera la función secretora del adipocito produciendo
resistencia a insulina no sólo en la propia célula adiposa sino también en otros
tejidos como el músculo esquelético.
Especificidad tisular de la resistencia a la insulina
La cascada de señalización de la insulina/IGF-‐I juega un papel esencial,
tanto en la regulación del crecimiento celular a lo largo del desarrollo, así como en
la regulación del metabolismo intermediario implicado en el almacenamiento y
liberación de la energía en los tejidos. Los sustratos del receptor de la insulina
(IRS-‐1 e IRS-‐2) son mediadores clave de la acción tisular de la insulina,
especialmente en lo que al metabolismo glucídico se refiere.
La insulina desencadena una cascada de activación de quinasas celulares
que median la acción transcripcional y postranscripcional de la misma en hígado y
en tejidos extrahepáticos. La autofosforilación del RI tras la unión de la insulina,
desencadena la fosforilación en tirosina de los IRS. Los IRS fosforilados unen
proteínas con dominios SH2, tales como la subunidad reguladora p85 del complejo
enzimático fosfatidil inositol 3 quinasa (PI3K), un dímero formado por la
subunidad catalítica p110 kDa y una subunidad reguladora de 50–, 55–, o 85 kDa.
El complejo enzimático PI3K juega un papel central en la acción tisular de la
insulina, pues su carencia en tejidos humanos y de modelos animales guarda una
estrecha correlación con la resistencia a la insulina
in vivo
. Los productos de su
reacción, el fosfatidil-‐inositol bifosfato (PIP2) y el fosfatidil-‐inositol trifosfofato
(PIP3), se asocian con una serie de serina/treonina quinasas en la membrana
celular,
entre las que se encuentran las quinasas dependientes de
fosfatidilinositoles tipo I (PDK1), y tipo 2 (PDK2), y al menos tres isoenzimas de la
proteína quinasa B (AKT).