394|Manuel Serrano Ríos y María Cascales
La deleción específica del IR
en tejido adiposo marrón
, mostró un 50% de
ratones diabéticos y otro 50% sin fenotipo. Los ratones diabéticos presentaban un
defecto en la secreción de insulina, sin mostrar resistencia a la insulina. Dicho
defecto fue observado tanto
in vivo
en respuesta a la insulina (test de secreción de
la insulina), como en islotes aislados de ratones diabéticos en respuesta a glucosa
16,5 mM. En las
células beta del páncreas
, la deleción tejido-‐específica del IR originó
un defecto en la secreción de insulina, lo cual desencadenó una progresiva
intolerancia a la glucosa e hiperglucemia. Este defecto estaba relacionado con una
respuesta inadecuada a la insulina
in vivo
, lo cual es una característica del fenotipo
diabético tipo 2. Con posterioridad, se definieron dos grupos de ratones en relación
con el test de secreción de insulina. Uno mostraba una marcada reducción en la
secreción de insulina en páncreas aislado en respuesta a los secretagogos, e
intolerancia a la glucosa (fenotipo diabético), y otro no (fenotipo no diabético). Sin
embargo, todos los ratones mutantes mostraban un menor contenido de insulina
en el páncreas, una menor masa de células beta y un menor número de islotes, en
comparación con los ratones control. Además, la expresión de GLUT2 y
glucoquinasa estaba disminuida en todos los ratones mutantes.
Todos estos datos apuntan un papel dual del receptor de la insulina en la
célula beta pancreática, en relación con el crecimiento de las células beta y con la
maduración de la maquinaria de sensibilidad a la glucosa implicada en la secreción
de la insulina.
La deleción del receptor de IGF-‐I (IGF-‐IR) tejido-‐específica de células beta
pancreáticas originó, igualmente, un defecto en la secreción de insulina en
respuesta a secretagogos. Dicho defecto está relacionado con una pérdida de
expresión de GLUT2 y glucoquinasa en los islotes beta, lo cual se traduce en un
defecto en la secreción de insulina inducida por glucosa y en una intolerancia a la
glucosa. Sin embargo, no se produjo ningún efecto en relación con la cantidad de
células beta o el número de islotes en los mutantes comparados con los ratones
control. Estos resultados sugieren que el receptor IGF-‐IR no es esencial para el