Regulación endocrina de la obesidad |243
antagonistas de Y2. Puesto que los niveles de PYY3-‐36 son, a menudo, inferiores
en los estados de obesidad , se ha sugerido que esta característica debe tener un
papel causal en el desarrollo de obesidad. Desde el punto de vista de la utilidad
terapéutica, el péptido PYY3-‐36 ha mostrado efectos anoréxicos en individuos de
peso normal, así como en los obesos. En ensayos en los que participaban
individuos delgados y obesos, se ha observado que la administración intravenosa
de PYY3-‐36 motivaba disminución del apetito y una restricción de casi del 30 % en
la ingesta calórica tanto en el grupo de individuos obesos como en el de delgados.
El hecho de que en estado de obesidad se mantengan las capacidades
anorexigénicas del PYY3-‐6 exógeno indica que los individuos obesos no
desarrollan resistencia, lo que ha impulsado estudios de pérdida de peso a largo
plazo implicando la administración crónica del péptido. Aumentos significativos de
los niveles de PYY3-‐36 circulantes se han observado tras la cirugía gastrointestinal
contribuyendo, posiblemente, a la inicial y sostenida pérdida de peso largo plazo
atribuida al procedimiento quirúrgico. Con la aplicación (tres veces al día) de un
spray nasal de PYY3 -‐36 se han conseguido moderadas reducciones del peso
corporal en humanos. Prácticamente, en todos los ensayos clínicos se han
producido efectos colaterales indeseables entre los cuales figuran nauseas y
vómitos que han impuesto limitaciones a la utilidad del PYY3-‐36 o de los agonistas
del receptor Y2. como agentes antiobesidad. El desarrollo de análogos más
potentes, rutas de administración diferentes o manejo de nuevas combinaciones
con otras hormonas puede abrir el futuro potencial de PYY3-‐36 como una terapia
de antiobesidad.
Función del tejido adiposo y disfunción del adipocito
El tejido adiposo blanco (TAB), además de la función fundamental de
mantener y acumular las reservas grasas del organismo, es también un importante
órgano endocrino que vierte hormonas y otros factores a la circulación e influye en
la actividad metabólica de otros tejidos. Se considera al TAB el segundo tejido en
importancia para el mantenimiento de la homeostasis metabólica. El desequilibrio
crónico de calorías aportadas vs gastadas, conduce a un aumento excesivo del TAB
que se manifiesta por el aumento del tamaño y del número de los adipocitos para
atender a la creciente tasa de las reservas energéticas en forma de TG. Tanto la