312|Manuel Benito
recientes datos han mostrado que los adipocitos marrones encontrados en el
interior de otros depósitos de tejido adiposo blanco no son derivados del linaje
myf5, como son los clásicos adipocitos marrones del tejido interescapular de los
roedores, y se denominan células beige. Dichas células son positivas para UCP-‐1,
con alta capacidad respiratoria, con características de tejido adiposo blanco y
marrón y con una alta sensibilidad a la hormona polipeptídica irisina. En este
sentido, se habría mostrado previamente que la irisina secretada por el músculo
esquelético y que se incrementa con el ejercicio, induce la “marronización” del
tejido adiposo blanco subcutáneo. Sin embargo, esta proteína tiene poco efecto en
los clásicos adipocitos marrones aislados del depósito interescapular. Todo ello,
sugiere que la respuesta a la irisina podría ser una característica selectiva de las
células beige localizadas en el interior de los depósitos de tejido adiposo blanco
subcutáneo.
El tejido adiposo marrón además de estar implicado en la termogénesis,
recientes estudios han demostrado que pudiera estar implicado en la liberación de
triglicéridos y en la utilización de glucosa, además de servir como fuente de
adipoquinas y poseer distinta función inflamatoria comparada con el tejido
adiposo blanco.
Relación del tejido adiposo marrón con la obesidad y sus
complicaciones vasculares y metabólicas
La activación del tejido adiposo marrón reduce la adiposidad y protege al
ratón de la obesidad inducida por la dieta rica en grasas. Así, la pérdida de la masa
del tejido adiposo marrón, como puede ser una lipoatrofia marrón severa por una
deleción del receptor de la insulina en ese tejido, o la pérdida de UCP-‐1 confiere
susceptibilidad a desarrollar obesidad en ratones. En los últimos años, se ha
descrito que la cantidad de TAM estaba inversamente correlacionada con el índice
de masa corporal en humanos, especialmente en personas de avanzada edad.
Además, se ha demostrado recientemente que el tejido adiposo marrón podría
proteger frente a múltiples enfermedades relacionadas con el envejecimiento. Así,
individuos con depósitos de TAM más pequeños son más susceptibles a acumular
tejido adiposo blanco y aumentar su peso corporal y tener un mayor riesgo de
desarrollar enfermedades metabólicas y vasculares asociadas a dicha obesidad.