Papel del tejido adiposo blanco, marrón y perivascular...|307
podría ejercer algún papel en la respuesta inflamatoria debido a su mayoritaria
expresión en células mononucleares. Se requieren, por tanto, nuevos estudios para
determinar el papel de esta molécula tanto en la obesidad como en la resistencia a
la insulina. Diversas citoquinas proinflamatorias son secretadas por distintos tipos
celulares incluidos los adipocitos. Tienen una acción paracrina o autocrina en el
propio tejido y participan en la respuesta inflamatoria local que se produce en los
adipocitos de pacientes obesos. Se ha descrito que los niveles de TNF-‐
α
en el
adipocito están correlacionados positivamente con el tamaño de los depósitos
adiposos. Además, la expresión del RNA mensajero del TNF-‐α está aumentada en el
tejido adiposo de distintos modelos murinos de obesidad y diabetes y de pacientes
obesos, relacionándose dicho aumento con el desarrollo de resistencia a la insulina
(58, 59). Por un lado, el TNF-‐
α
activa la lipólisis e inhibe los niveles de LPL y
GLUT-‐4 como un mecanismo que trata de reducir el tamaño excesivo de los
depósitos grasos. Sin embargo, los niveles altos de TNF-‐
α
en el tejido adiposo
podría deberse a alguna de las alteraciones metabólicas asociadas a la obesidad
como es la resistencia a la insulina. Así, el TNF-‐
α
aumenta los niveles de ácidos
grasos libres, reduciendo la sensibilidad a insulina, y tiene un efecto inhibidor
directo en la acción de la insulina en el hígado, incrementando la producción de
glucosa hepática. Sin embargo, las acciones biológicas del TNF-‐α podría estar
influenciadas por la expresión de dos receptores: p60 TNFR (TNF-‐R1) y p80 TNFR
(TNF-‐R2). La expresión de TNF-‐R1 está positivamente correlacionada con el índice
de masa corporal y el tamaño de los adipocitos, mientras que la expresión de TNF-‐
R2 muestra asociaciones positivas con la concentración circulante de insulina y
triglicéridos. Así, interfiriendo la vía de señalización del TNF-‐α se protege la
resistencia a la insulina inducida por obesidad.
La neutralización del TNF-‐α usando un anticuerpo monoclonal reduce los
niveles de glucosa del modelo murino diabético KKAy y mejora el control glicémico
en pacientes con diabetes tipo 2. Del mismo modo, el tratamiento con un
anticuerpo anti-‐TNF-‐α durante seis semanas redujo la hiperglucemia en el ayuno,
la intolerancia a la glucosa y mejoró la sensibilidad a la insulina en el tejido adiposo
blanco visceral, principalmente en el compartimento gonadal, del ratón BATIRKO