Papel del tejido adiposo blanco, marrón y perivascular...|313
Tejido adiposo marrón y la termogénesis
Una de la principales funciones del tejido adiposo marrón es la activación de
la termogénesis a través de la activación de la proteína desacoplante 1 (UCP-‐1),
generando calor a partir de los ácidos grasos. En la termogénesis, el tejido adiposo
marrón utiliza, en primer lugar, los lípidos almacenados como sustrato para
generar calor. Esta fase temprana de la termogénesis corresponde con la liberación
de norepinefrina del sistema nervioso simpático activando la liberación de ácidos
grasos de las gotas de triglicéridos. Algunos de estos ácidos grasos activan a UCP-‐1.
Los ácidos grasos remanentes son importados a la mitocondria y allí se realiza la
termogénesis con la disipación de energía en forma de calor debido a la acción de
UCP-‐1. Como el tejido adiposo marrón es un pequeño porcentaje del total del peso
corporal, para mantener una termogénesis sostenida es necesario importar y
quemar triglicéridos circulantes.
Tejido adiposo marrón y metabolismo lipídico y glucídico
El tejido adiposo marrón además de estar implicado en la termogénesis,
recientes trabajos han demostrado que podría tener un papel destacado en el
metabolismo lipídico y glucídico (Figura 2). En primer lugar, el tejido adiposo
marrón podría estar implicado en la eliminación de triglicéridos. Así, las
lipoproteínas ricas en triacilglicéridos (TAG) transportan lípidos en la circulación,
donde una porción de los ácidos grasos puede ser liberada por la LPL. Otros
órganos periféricos, como el tejido adiposo blanco y el músculo esquelético captan
ácidos grasos, mientras que las partículas remanentes ricas en colesterol son
eliminadas por el hígado. Además, niveles elevados de triglicéridos y de partículas
remanentes ricas en colesterol, como ocurre en la dislipidemia diabética,
representan factores de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Se ha descrito que el aumento de la actividad del tejido adiposo marrón por
exposiciones cortas al frío podría controlar el metabolismo de las TRL en ratón,
regulando la eliminación de dichas lipoproteínas y el exceso de lípidos circulantes
y así disminuyendo los niveles de triacilglicéridos y aumentado ligeramente los
niveles de HDL (Figura 2). Así, los ácidos grasos son eficientemente introducidos
en el propio tejido adiposo marrón debido a un programa metabólico que empuja a
las TRL a una captación muy eficiente de los ácidos grasos. Este proceso asociado