Contaminación y obesidad|267
en España a valores dell 23 al 28%, se está abriendo un debate científico para
entender cuál es el papel de estos agentes contaminantes de uso común tanto en
este problema como en las comorbilidades asociadas.
Hay una serie de preguntas que han llevado a una serie de evidencias que
sugieren que el medio ambiente prenatal tiene un papel fundamental.
Ente ellas:
¿Por qué individuos que ingieren la misma cantidad de alimentos con el
mismo exceso calórico no aumentan de peso de la misma manera?
¿Por qué hay individuos que tienen la capacidad de ingerir grandes
cantidades de comida durante toda su vida sin llegar a ser obesos, mientras que
otros no tienen esa capacidad?
¿Existen diferencias individuales en respuesta a la dieta o son las
variaciones en el metabolismo personal las que contribuyen a la obesidad?
En primer lugar, los niños que nacen de madres que han fumado durante el
embarazo, muestran menor peso al nacer y tienen un elevado riesgo de obesidad y
síndrome metabólico más tarde en la vida.
En segundo lugar, los niños que recibieron nutrición no adecuada
in utero
desarrollarán cuando lleguen a adultos propensión a enfermedades
cardiovasculares.
El modelo de orígenes del desarrollo de salud y enfermedad DOHaD
(
Developmental Origins of Health and Disease),
sostiene que el desarrollo de
enfermedades crónicas o su carencia está influenciado por factores ambientales
(cantidad y calidad de la dieta, exposición a agentes químicos, estrés materno, etc.),
que actuando en momentos tempranos de la vida pueden generar diferencias
genéticas y factores asociados con el estilo de vida del adulto.
Pero, entre la contaminación y obesidad existe una relación bidireccional.
No solo son los contaminantes los que ejercen un efecto adverso en los organismos
promoviéndoles en muchos casos a la obesidad y a las enfermedades asociadas,