Contaminación y obesidad|263
Concepto de disrupción endocrina
En 1996, Colbron et al. definieron el término
disrupción endocrina
para
aquellos agentes tóxicos que contaminan el medio ambiente y aquellas sustancias
contenidas en la dieta que modulan inadecuadamente el sistema neuroendocrino.
A partir de ese momento surgieron algunos interrogantes como qué agentes
podrían causar efectos detectables a nivel de exposición habitual en animales y/o
en humanos y la cuantificación del riesgo de exposición a un disruptor,
catastrófico, insignificante o no probado. Posteriormente se aconsejó que el
término
disrupción endocrina
se reservarse para los agentes químicos que afectan
dicho sistema vía interacción con un receptor, sobre la síntesis o la eliminación de
la hormona. Numerosos estudios
in vitro
, sobre animales de laboratorio y en
humanos realizados en la pasada década han evidenciado que numerosos
xenobióticos presentes en el medio ambiente o en la dieta pueden interferir con el
complejo mecanismo de señalización neuroendocrina produciendo efectos
adversos. La preocupación inicial la creo la exposición a agentes químicos con
efectos estrogénicos que de alguna manera podrían alterar la función del sistema
reproductor. Posteriormente se vio que los xenobióticos tenían otros mecanismos
de acción, surgiendo interés por los agentes químicos que remedan o interfieren la
acción normal de prácticamente todas las hormonas, incluyendo estrógenos,
andrógenos, progestágenos, hormonas tiroideas, y hormonas hipotalámicas e
hipofisarias.
Mecanismo de acción de los disruptores endocrinos
Los disruptores endocrinos actúan uniéndose a cualquier tipo de
receptores, bien sean nucleares, de membrana, neurotransmisores (receptor para
la serotonina, dopamina y noradrenalina) e incluso receptores huérfanos (receptor
del aril hidrocarburo). También actúan sobre rutas metabólicas de los esteroides
en el sistema reproductor: como el dicloro-‐difenil-‐tricloro-‐etano (DDT), bifenilos-‐
policlorados (PCB), bifenilos-‐polibromados (PBB) y algunos estrógenos vegetales,
que actúan sobre los receptores estrogénicos, alterando las conductas sexuales y
reproductivas. Algunos, como el dietilestilbestrol (DE) actúan como antagonistas
de hormonas, por ejemplo el vinclozolín y el dicloro-‐difenil-‐dicloro-‐etileno (DDE),