María Isabel Jiménez Serranía, RamonaMateos
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o fenitoína) (19, 20, 26). Ennuestra base de datos, el único caso en el que aparece
comosospechosopor interacciónes juntoa insulinarápidaaspart.
También es conocida la indicación amodo de precaución, de la posibilidad
deproducirsehiperglucemiamatutina, siendo importantedistinguir entre los tipos
de hiperglucemia posibles ya que el tratamiento no es el mismo para todos (34).
Debido a ello, habría que diferenciar entre los casos en los que la hiperglucemia
matutina sedebeal efectoSomogyi yaquellos en losque seproducehiperglucemia
sin antecedente hipoglucémico alguno conocido como fenómeno del alba. El
tratamiento de la hiperglucemia de rebote consistiría en reducir las dosis de
insulinay/o tomaruna fuentede carbohidratoantesdeacostarse,mientrasqueen
el otro caso debería ajustarse la dosis de insulina nocturna para favorecer que las
necesidades de insulina entre las 4 y las 7 de la mañana queden cubiertas (34).
Creemos que este último caso podría ser más acertado para la insulina
aspart+aspart protamina en nuestro estudio, debido a que presenta también
relación con la RA ‘Respuesta terapéutica disminuida’. Ya que el hecho de
confundir entre los tipos de hiperglucemia matutina podría resultar en una
hipoglucemia nocturna aúnmás grave, sería interesante que se diferenciase entre
estos tiposdehiperglucemiaen lacodificaciónyquese incluyesencomoRAsen las
fichas técnicasde insulina.
Otras relaciones mayoritarias entre usuarios de insulina en monoterapia
son detemir-‐reacción en la zona de inyección y glargina-‐hiperglucemia. Cada uno
de ellos aparece también reflejado en perfiles diferentes -‐
perfil 1.1
y
perfil 1.3
,
respectivamente-‐, que se caracterizanpor ocurrir enmujeres en la segundamitad
del periodo de estudio y en las que se notifican como sospechosas las insulinas de
acciónprolongada.
Por suparte, la insulinaglarginaseasociamásennuestroestudioacasosde
hiperglucemia que de hipoglucemia, coincidiendo así con el
perfil 1.3
que se
caracteriza por no presentar una edad mayoritaria de aparición de la RA y que
además esta última se considera grave –aunque no mortal-‐ en el 100% de los
casos. Adicionalmente, la insulina isofánica es la que presentamayor relación con
hipoglucemia. Según estudios en los que se comparan glargina e isofánica (35), la
insulina glargina es igual de efectiva que la insulina isofánica en el control
glucémico, especialmente en diabetes tipo 2, y se asocia con menos episodios
nocturnosdehipoglucemiasintomática.
Esto apoya que los casos de hiperglucemia con insulinas análogas se deben
más a un fenómeno de alba o a disminución del nivel de insulina que a una
hiperglucemiade rebote. Asuvez, laaparicióndel fenómenodealba se conoceque