An. Real. Acad. Farm. vol 80 nº 3 2014 - page 134

M.Almagro-­‐Gorbea
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sólidos como la capital de México. Citaré sólo la Escuela de Minas,… el Jardín
Botánico y la Academia de pintura y escultura conocida con el nombre de
Academia
de las Nobles Artes
.”
41
.
Algunas de las expresiones de Alexander von Humboldt sobre el desarrollo
científico de hispanoamérica causan sorpresa, pues contrastan con la tradición de
la Leyenda Negra asumida por Europa y asimilada por buena parte de la sociedad
española actual: “Desde fines del reinado de Carlos III, y durante el de Carlos IV, el
estudio de las ciencias naturales ha hecho grandes progresos no sólo en México,
sino también en todas las colonias españolas. Ningún gobierno europeo ha
sacrificado sumas más considerables que el español, para fomentar el
conocimiento de los vegetales. Tres expediciones botánicas, a saber, las del Perú,
Nueva Granada y Nueva España, dirigidas por los señores Ruiz y Pavón, don Jose
Celestino Mutis y los señores Sesse y Mociño, han costado al Estado cerca de
400,000 pesos”
42
.
En efecto, José Celestino Mutis, enviado en 1763 a Bogotá, capital de Nueva
Granada era el botánico más eminente de América, que perfeccionó el estudio y
dibujo de las plantas, mantuvo correspondencia con Lineo y fundó el primer
observatorio astronómico en la América española
43
. En 1783, dirigió la célebre
Expedición Botánica
, la mayor empresa de este tipo en su época. Humboldt fue
largo tiempo huésped suyo y mantuvo correspondencia con su sucesor, Francisco
José de Caldas. Otras dos importantes expediciones botánicas fueron patrocinadas
por la Corona de España: Ruíz y Pavón estudió las plantas en Perú y Chile y el
doctor Martín Sessé las de Guatemala, México y California. Además, Humboldt
encontró en Lima una expedición científica de la que formaba parte el geólogo José
Elhuyar y también el botánico alemán Barón de Nordenflict
44
, quienes le trataron
como anfitriones y colaboradores y, en México, el Director de la Escuela de Minería,
Manuel del Río
45
, descubridor del vanadio, había sido compañero suyo de estudios
en la Escuela de Freiburg en 1792.
Todavía mayor entusiasmo le produce la Real Academia de San Carlos de las
Nobles Artes de la Nueva España, que fue la primera Academia del continente
americano, pues había sido creada por Carlos III en 1783 al recoger una iniciativa
de las elites criollas encauzada por el virrey Bernardo de Gálvez
46
. Su admiración
se refleja en las expresiones recogidas en su
Ensayo político sobre Nueva España
:
“Esta academia debe su existencia al patriotismo de varios particulares mexicanos
41 A. von Humboldt, 2002,
op, cit
. n. 17, p. 79.
42 A. von Humboldt, 2002,
op, cit
. n. 17, p. 80.
43 B. Ribas, ed.,
Jose Celestino Mutis en el bicentenario de su fallecimiento (1808-­‐2008),
Madrid.
44 L. de Azcona
et al
., eds.,
Biografías Mineras. 1492-­‐1892
, Madrid, pp. 151-­‐186.
45 C. Prieto et al., 1966,
Andrés Manuel del Río y su obra científica. Segundo centenario de su natalicio, 1764-­‐
1964,
México.
46 J. Sesmero, 1987,
Los Gálvez de Macharaviaya,
Málaga; J. M. Villalpando, 2001,
El Virrey
, México;
Diccionario
Biográfico Español,
XXI, 2012, pp. 263-­‐266.
1...,124,125,126,127,128,129,130,131,132,133 135,136,137,138,139,140,141,142,143,144,...188
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