An. Real. Acad. Farm. vol 80 nº 3 2014 - page 127

Wilhelm y Alexander von Humboldt y la cultura española
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Este ambiente familiar, la formación recibida y su espíritu republicano
próximo a la Revolución Francesa hacen que sus vidas ofrezcan muchos elementos
comunes, aunque desde su juventud uno y otro hermano muestran caracteres y
vocaciones diferentes, uno orientado hacia las humanidades y otro hacia la ciencia.
Wilhelm se sintió atraído hacia la teoría política, la educación y la lingüística,
mientras que Alexander se dedicó a la naturaleza y las ciencias de la tierra.
Las circunstancias vitales de uno y otro les llevaron, por motivos diferentes,
a viajar a España y a entraran en contacto con sus gentes y su cultura, de la que se
sentían extraños por su ambiente familiar y su formación. Ello les permitió
establecer relación con la tradición científica y humanista españolas del siglo XVIII,
pero estos contactos, de evidente interés, no siempre se han valorado al estudiar
su vida y su obra ni en la Historia de la Cultura Española. Por ello, me ha parecido
oportuno exponer algunos aspectos de mayor interés, más profundos de lo que
generalmente se piensa, en esta ocasión en la que la
Asociación Alexander von
Humboldt de España
se reúne en esta
Real Academia de la Historia
.
El primero en venir a España en la primavera de 1799 fue Alexander
1
,
seguido poco después de Wilhelm, en el otoño de ese mismo año. Alexander creció
en la era de las grandes expediciones, como las de Antonio de Ulloa y Jorge Juan
(1735-­‐1744), Carsten Niebuhr (1761-­‐67), Louis Antoine de Bougainville (1766-­‐
69), James Cook (1768-­‐71, 1772-­‐75, 1776-­‐80) y Alejandro Malaspina (1789-­‐94).
Sus relatos le fascinaron desde joven y suscitaron su afición romántica a las
regiones tropicales, idealizadas por Rousseau y Buffon y al leer obras de Haller,
Mac Pherson y Goethe que recreaban la naturaleza y describían al hombre
primitivo alejado de la civilización
2
.
Alexander había sido invitado a participar en un viaje alrededor del mundo
organizado por la Francia del Directorio que fracasó por falta de medios, y
tampoco pudo ir a estudiar el Atlas, por la inestabilidad política de Marruecos.
Entonces decidió solicitar permiso al Rey de España para realizar un viaje a
América, cuyas tierras eran muy poco conocidas por los no españoles, aunque
algunas expediciones científicas del siglo XVIII habían empezado a tocar en sus
puertos, pues la Corona española restringía el paso de extranjeros a América, como
evidencian los escasos relatos de viajes publicados en la Europa de la época
3
.
1
M. A. Puig-­‐Samper, 2012, “Humboldt, Alexander von”,
Diccionario Biográfico Español
, XXVI, pp. 491-­‐498, con
bibliografía actualizada. Sobre su viaje por España,
Id
., 1999, “Humboldt, un prusiano en la Corte del rey
Carlos IV”,
Revista de Indias
, Madrid, LIX, núm. 216, 329-­‐355;
Id
., 2007, “Alejandro de Humboldt y España: La
preparación de su viaje americano y sus vínculos con la ciencia española”,
Humboldt im Netz
, Berlin y
Potsdam, VIII, 15; M. A. Puig-­‐Samper y S. Rebok,
Sentir y medir. Alexander vo Humboldt en España
, Madrid,
2007.
2 C. Minguet, 1985,
Alejandro de Humboldt: Historiador y geógrafo de la América española (1799-­‐1804),
México,
I, p. 110.
3 Th. Gages,
A New Survey of the West Indies
, London, 1648; G. F. Gemelli Carreri,
Giro del mondo del dottore D.
Gio. Francesco Gemelli Carreri
, Napoli, 1699-­‐1700.
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