406|Bartolomé Ribas
por semana, a las calorías diarias necesarias por día, de acuerdo a las
características individuales, debemos restar 1.000 calorías por día. Los efectos de
la restricción calórica son: menor temperatura corporal, menor peso y grasa
corporal, menor riesgo de padecer diabetes y colesterol y retrasos en la aparición
de las enfermedades típicas del envejecimiento.
El metabolismo aeróbico es la forma más eficiente de obtener energía (ATP)
de los nutrientes y formación de calorías (1 ATP = 7,3 kcal). Este proceso ocurre en
la mitocondria e incluye la conversión de piruvato en acetilcoenzima-‐A, el ciclo
tricarboxílico (Figura 1), y la fosforilación oxidativa en la obtención de ATP y la
liberación de energía. La fuente básica de energía contracción muscular es el ATP,
cuya fórmula empírica es: Adenosina-‐P-‐P-‐P. Los dos últimos enlaces de fosfato son
de alta energía. Cada enlace almacena 7,3 calorías de energía por mol de ATP. Por
tanto, cuando se libera un radical fosfato de la molécula pueden utilizarse 7,3
calorías, y proporcionar energía a la contracción muscular u otro gasto energético.
Todo alimento que se consume en exceso se almacena en forma de grasa.
Para mantener el peso ideal es imprescindible ajustar el consumo de alimento a
las necesidades del organismo.
Las recomendaciones de la OMS (Organización
Mundial de la Salud) establecen un aporte calórico de 2.000 a 2.500 Kcal/día para
un varón adulto y de 1.500 a 2.000 kcal/día para las mujeres. Estas necesidades
disminuyen con la edad, de modo que un hombre de 65 años de constitución media
necesitará unas 1.900-‐2.100 kcal/día,
mientras que una mujer 65 años de
constitución media oscilará entre 1.500–1.700 kcal/día. Sin embargo, la
experiencia con obesos y pacientes con sobrepeso recomienda una
restricción
calórica
para el hombre 1.500 calorías/día y para la mujer 1.200 calorías/día, para
mantener un peso ideal adecuado.
Los electrones (e-‐) y los protones (H
+
) derivados de la oxidación de los
alimentos intervienen en una serie de reacciones de oxidación-‐reducción a través
de las cuales son transportados al oxígeno. Estos procesos acaecen en la membrana
interna de la mitocondria donde se asienta el sistema. Las moléculas
transportadoras de e-‐ y H
+
son el NADH (nicotinamin-‐adenín-‐dinucleótido
reducido) y el FADH
2
(flavín-‐adenín-‐dinucleótido reducido), coenzimas reducidas