410|Bartolomé Ribas
modelos animales de enfermedad de Alzheimer, Parkinson, Huntington e ictus
aunque podría ser deletérea en casos de esclerosis lateral amiotrófica.
La restricción calórica, definida como la reducción del aporte calórico por
debajo del consumo
ad libitum
, sin desnutrición, retrasa el envejecimiento y
aumenta la duración máxima de la vida en diferentes especies desde las levaduras
hasta los roedores. La magnitud de la prolongación de la vida depende de la edad
más temprana de inicio de la restricción calórica, la intensidad de dicha restricción
y los genes. Los mecanismos fisiológicos responsables de los efectos beneficiosos
de la restricción calórica sobre el envejecimiento primario han sido observados en
roedores y en humanos (Tabla 2).
La restricción calórica disminuye la producción de ROS por la mitocondria
y aumenta los de sistemas antioxidantes que evitan el estrés oxidativo y el daño
tisular inducido por radicales libres. Asimismo ocurre disminución de niveles de
T3 y de la actividad simpática que induce a disminución de la temperatura
corporal y del gasto energético de reposo, reducción de los niveles de citoquinas
inflamatorias y aumento modesto del nivel de cortisol, con disminución de la
inflamación sistémica; protección contra el deterioro de la función inmunitaria
asociado con el envejecimiento, e incremento de la expresión de factores
neurotróficos.
La restricción calórica también reduce las concentraciones plasmáticas de
hormonas anabólicas y de factores de crecimiento implicados en el envejecimiento
y la tumorigénesis. La pérdida de peso por balance energético negativo mejora los
factores de riesgo metabólicos para enfermedad cardiovascular (ECV) y otros
trastornos asociados con la obesidad.
En relación al envejecimiento, la restricción en la ingestión de calorías,
afecta simultáneamente múltiples procesos implicados en el envejecimiento, como
mejoría de los procesos de reparación del DNA, aumento de la depuración de
proteínas celulares dañadas y lípidos oxidados. Asimismo se promueve la
reducción de la glicación de proteínas y de la formación de productos terminales
de glicosilación avanzada (AGEm advances glycosilation end products) y del
entrecruzamiento del colágeno. Muchos de los efectos de la restricción calórica