70|Gregorio Varela
inactividad física. El sedentarismo no tiene porqué ser equivalente a inactividad
física, y adquiere especial importancia el valorar los distintos comportamientos
sedentarios, su impacto en la salud, y su correlación con las formas de
alimentación y otros estilos de vida. E independientemente de factores genéticos,
familiares, etc., hay evidencia científica suficiente de que la actividad física
deportiva regular disminuye el porcentaje de grasa corporal, y reduce factores de
riesgo asociados a enfermedad cardiovascular, diabetes, o ciertas formas de
cáncer. Existe consenso científico en considerar la práctica de actividad física
como una herramienta útil para la prevención de la obesidad, por lo que debe
promoverse la actividad física espontánea e impulsar la práctica deportiva, de
transporte activo, etc. Desde el punto de vista de la salud pública, se debe prestar
una atención especial a los proyectos y organizaciones que permiten involucrar en
la actividad física al máximo número de personas con programas como “ejercicio
físico para todos”, “actividad física y ejercicio físico como ocio”, “muévete”,
“actívate”, etc. Es por ello que las organizaciones deportivas representan un
potencial único en la promoción de la actividad física y hábitos de vida saludables,
lo que debería ser mejor aprovechado en el futuro para la adecuación del balance
energético. Además, los datos de actividad física se deben incluir en los sistemas de
monitorización de la salud a nivel nacional. Además, la información sobre la
necesidad de actividad física, la mejor forma de introducirla en la vida cotidiana,
los cambios en el estilo de vida y las características de la alimentación en la
persona activa, moderada y muy activa, debe estar disponible para los profesores
de educación física, los profesionales de la salud, entrenadores, administradores de
centros deportivos y de ocio, y profesionales de los medios de comunicación
durante sus estudios, formación profesional y especialización. La persona activa y
que hace actividad física, ejercicio físico o deporte debe saber que para aportar una
adecuada ingesta energética diaria y mantener un óptimo rendimiento, hay que
tener en cuenta el gasto calórico de forma individual, ya que la cantidad de energía
que se debe consumir difiere según las características propias del sujeto, la
actividad física realizada (tipo de deporte, intensidad, duración etc.) y las
condiciones ambientales en las que tiene lugar el entrenamiento o la actividad. El
llevar una vida activa debe asociarse no sólo con un mejor estado de salud, sino
con el disfrute del tiempo y una mayor sociabilidad, a todas las edades, pero de