Obesidad: pandemia del siglo XXI|27
Varias condiciones genéticas que tienen como rasgo la obesidad, han sido
identificadas (síndrome de Prader-‐Willi, síndrome de Bardet-‐Bield, síndrome
MOMO, mutaciones en los receptores de la leptina y la melanocortina). Las
mutaciones sencillas en locus solo aparecen en el 5 % de los individuos obesos. Si
bien se piensa que una larga proporción los genes causantes están todavía sin
identificar, para la mayoría se cree que la obesidad es el resultado de interacciones
entre múltiples genes donde están también implicaos factores no genéticos.
Es un hecho que los riesgos para la salud asociados a la obesidad varían
entre individuos, la diabetes tipo2, la hipertensión, la enfermedad coronaria y el
cáncer. El impacto presente y futuro en la salud pública de estas alteraciones
metabólicas es inmenso y como resultado, una sociedad obesa ha sido reconocida
por la industria farmacéutica como un mercado lucrativo. Grandes esfuerzos
internacionales se están poniendo en marcha para explorar y documentar cómo los
polimorfismos en la secuencia del DNA influyen sobre la predisposición de un
individuo a la obesidad y los síndromes relacionados. Tales variaciones en la
secuencia del DNA ofrecen esperanzas de una medicina personalizada donde las
terapias puedan ajustarse a los pacientes según su genotipo. Recientes avances han
conseguido identificar en la población, variantes de secuencias comunes del DNA
asociadas con la obesidad y la diabetes tipo 2. Sin embargo, con menos del 20% de
loci genómicos confirmados, el número de alelos conocidos que se asocian a la
obesidad son pocos y sus efectos fenotípicos realmente minúsculos. Aunque la
búsqueda de estos “alelos de la obesidad” no está terminada, es evidente que la
genética por sí sola no proporciona explicaciones satisfactorias para el incremento
global de la obesidad en los últimos 40 años.
Estudios que indagan las bases genéticas de la obesidad han identificado
mutaciones en el gen FTO, como responsables genéticos de la obesidad. Se han
identificado hasta 75 lugares del genoma implicados en el aumento de la masa
corporal, pero un simple cambio de solo una de las bases que componen el FTO
está considerado como una de las mutaciones más relacionadas. Recientemente,
una colaboración internacional formada por universidades de EE UU, Canadá y
España ha llegado a la conclusión de que hay otro gen culpable que parece ser el
verdadero gen de la obesidad funcional. Ciertas mutaciones del FTO ligadas a la