Segundo Curso Avanzado sobre Obesidad - page 126

126|Javier Puerto
naturaleza individual y el veneno produciría alteraciones maléficas en la
naturaleza de quien los ingiere.
Una vez sabido eso, Galeno se inspiró, para su terapéutica, en la obra de
Pedacio Dióscorides Anazarbeo (s. I): Materia Medicinal y concluyó que los
vegetales son fundamentalmente medicamentos, los animales, alimentos (son los
que aparentemente tienen una “naturaleza” más similar a la nuestra) y los
minerales, venenos.
Sabemos pues que la Ciencia, durante todo el tiempo que el galenismo está
en vigor –prácticamente hasta principios del s. XIX-­‐ va a recomendar a los seres
humanos que su dieta alimenticia se componga, fundamentalmente, de animales
de granja, de caza o pescados. Ese gusto por la carne va a ser tal que la propia
Iglesia católica establecerá días de abstinencia, en donde sólo se permitirá comer
pescado a aquellos carentes de bula y tal bula será concedida, entre otros, a los
enfermos. La dieta occidental durante la mayor parte de la Historia va a ser carnívora
y entre las carnes sólo se va a hacer diferencias por sus grados de humedad o de
teóricos contenidos flemáticos, no por sus grasas o calorías y esa orientación va a
ser propiciada por los conocimientos científicos. Los vegetales, por su teórica
acción medicamentosa y su potencialidad de producir cambios en la naturaleza
individual, van a utilizarse lo menos posible, con grandes precauciones y nunca
como base de la alimentación.
Nos encontramos ante un primer impedimento histórico para hablar de la
“intemporal” dieta mediterránea. Quienes en el Mediterráneo se alimentasen,
principalmente, de pan y vegetales, hasta bien entrado el siglo XIX, serían pobres
de solemnidad. Si conseguían sobrevivir con esa dieta lo harían muy a su pesar y
con el gran deseo de poder alimentarse como las personas pudientes.
Otro gran impedimento para hablar de la intemporalidad de esa dieta lo
constituye la agricultura viajera. Muchas de las plantas que forman parte de la
misma: tomate, pimiento, patata y, en menor medida, el maíz, fueron introducidos
en Occidente por las expediciones españolas producidas a partir de 1492. La
patata, es bien sabido, produjo una gran repugnancia hasta que el boticario
1...,116,117,118,119,120,121,122,123,124,125 127,128,129,130,131,132,133,134,135,136,...528
Powered by FlippingBook