Importancia de la dieta en la obesidad |113
El plan a seguir, se realizará en varias sesiones, en las que se informará y
motivará a los interesados sobre los riesgos que implica la obesidad, y sobre los
objetivos fundamentales del tratamiento en los que es indispensable
la
reeducación nutricional
del obeso. Se insistirá sobre la adecuación de la dieta al
menú familiar, evitando a toda costa la sensación de soledad en el paciente. Se
explicarán los riesgos de consumir dietas desequilibradas, insuficientes y exóticas.
Aunque existe suficiente evidencia y garantía de la utilidad de las dietas
balanceadas de tipo mediterráneo, creemos conveniente iniciar el tratamiento con
dietas hipocalóricas ricas en alimentos proteicos magros (100-‐120 g/día) que a la
vez que motivan, mantienen el efecto termogénico. Dado que las dietas
hiperproteicas son hiperuricémicas y no equilibradas y no educan desde el punto
de vista nutricional, no deberán seguirse por periodos superiores a 6-‐7 días. Por
otro lado las dietas restrictivas hiperhidrocarbonadas son también una buena
elección, aunque en algunos casos el hambre aparece muy pronto, siendo
problemático y en cierto modo monótonas su seguimiento. Por tanto una pauta
orientativa sería: Cinco-‐seis días dieta restrictiva hiperproteica, 6-‐12 semanas
dieta restrictiva balanceada, 2-‐4 semanas dieta restrictiva hiperhidrocarbonada y
volver a comenzar el ciclo con 5-‐6 días de dieta restrictiva hiperproteica, seguido
de dieta balanceada y dieta hiperhidrocarbonada y así hasta conseguir una
estabilidad del peso pactado. Lógicamente, en estas semana se irá orientando
sobre que alimentos ir consumiendo, con qué frecuencia y el tamaño de raciones.
Posteriormente se planteará la posibilidad de disminuir más el peso o que poco a
poco los requerimientos energéticos vayan incrementándose y pareciéndose a los
de individuos con peso normal.
4.-‐
Mantenimiento del Peso perdido.
Entre el 80 y el 90% los pacientes que pierden cantidades significativas de
peso en el tratamiento de la obesidad vuelven a ganarlo al cabo de un tiempo. Con
la finalidad de encontrar una explicación a este hecho se han sugerido varias
hipótesis. La primera de ellas señala que el obeso, después de adelgazar unos 20 kg,
presenta menores requerimientos energéticos, debido a una disminución entre el