Envejecimiento cerebral normal y patológico …
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completa involución de las funciones cognoscitivo-‐comportamentales, como
porque los déficits de todas las áreas progresan lentamente aunque de manera
independiente. La CIE-‐10 considera que el diagnóstico de EA se debe emitir sólo
después de un período de seis meses en el que se compruebe que la supuesta EA
ha progresado desde el grado de demencia cuantificado en el primer estudio
clínico.
Figura 5.-‐ Distribución del patrón de los cambios neurofibrilares (ovillos neurofibrilares y
neuritas en neuropilo).
Se diferencian seis estadios. En los estadios I y II las lesiones están
prácticamente confinadas a la región transentorrinal. Los estadios III y IV, también llamados
límbicos, presentan importantes alteraciones en la corteza límbica. Los estadios V y VI muestran
alteraciones “isocorticales”. (Modificado de ref. 44).
4. SIMILITUDES Y DIFERENCIAS ENTRE LA INVOLUCIÓN SENIL CEREBRAL
NORMAL Y PATOLÓGICA
Si la existencia o no de alteraciones neuropatológicas (depósitos de
amiloide, depósitos de proteína Tau anómala en somas -‐ovillos neurofibrilares-‐ o
dendritas distróficas -‐neuritas) es un importante (aunque impreciso) hecho para
concluir si un cerebro es “normal” o “anormal”, los cambios morfofuncionales que
se presentan conforme avanza la edad son fundamentales tanto para entender la
fisiopatología del envejecimiento como para analizar si existe una posible
continuidad o secuencia de presentación y evolución de alteraciones entre el
cerebro senil normal y el patológico.