Page 357 - Medicamentos fantásticos
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que la tal piedra, según las noticias ofrecidas por un religioso franciscano Fig. 233 La momia, Pierre
llegado de América, no era sino un pedazo de cuerno de ciervo calcinado. POMET, Histoire Generale des
drogues…op., cit.
Sin embargo, para desacreditar a la primera, proporciona una serie
de testimonios según los cuales, el cuerno de ciervo calcinado servía para
curar carbunclos pestilenciales, mordeduras de perros rabiosos e incluso
habría propiciado la curación en un Obispo de un grano o tumor.
Llega a la conclusión del poder alexifármaco de ese cuerno
calcinado, quien actuaría absorbiendo el veneno de los cuerpos infectados.
Lo cual, para un campeón del pensamiento anti supersticioso, no está nada
mal.
Para no hacerme excesivamente largo, diré que en mitad del siglo
XIX646 se sigue empleando, o bien calcinado, como fosfato o carbonato de
cal, en calidad de buen absorbente o bien destilado. También se levigaba o
sometía a una pulverización muy tenue y los polvos se empleaban en
distintas formas farmacéuticas.
Nos encontramos ante otro animal, en este caso real, muy apreciado
por los aristócratas y reyes quienes empleaban su caza para adiestrarse y
simular las hazañas de guerra, a quien se le atribuyeron multitud de
propiedades terapéuticas. La única evidente, es el poder absorbente de las
rasuras de sus cuernos, probablemente observada desde tiempos
prehistóricos. A partir de ahí fueron tejiéndose leyendas, se le empleó
alegóricamente a favor de la comprensión de los misterios religiosos
católicos y, de esa triple manera, su contacto con la naturaleza, con la
realeza y con la divinidad, diversas partes de su cuerpo cobraron prestigio
sanativo, empleado siempre, claro está, como la totalidad de los remedios
646 Diccionario de Farmacia, … op., cit., tomo I, pág. 740 . De casi todas las preparaciones daba
cuenta Rafael FOLCH ANDREU, “El ciervo y los remedios que proporcionaba” 1958, Farmacia
Nueva, nº 254, pág. 1-4.
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llegado de América, no era sino un pedazo de cuerno de ciervo calcinado. POMET, Histoire Generale des
drogues…op., cit.
Sin embargo, para desacreditar a la primera, proporciona una serie
de testimonios según los cuales, el cuerno de ciervo calcinado servía para
curar carbunclos pestilenciales, mordeduras de perros rabiosos e incluso
habría propiciado la curación en un Obispo de un grano o tumor.
Llega a la conclusión del poder alexifármaco de ese cuerno
calcinado, quien actuaría absorbiendo el veneno de los cuerpos infectados.
Lo cual, para un campeón del pensamiento anti supersticioso, no está nada
mal.
Para no hacerme excesivamente largo, diré que en mitad del siglo
XIX646 se sigue empleando, o bien calcinado, como fosfato o carbonato de
cal, en calidad de buen absorbente o bien destilado. También se levigaba o
sometía a una pulverización muy tenue y los polvos se empleaban en
distintas formas farmacéuticas.
Nos encontramos ante otro animal, en este caso real, muy apreciado
por los aristócratas y reyes quienes empleaban su caza para adiestrarse y
simular las hazañas de guerra, a quien se le atribuyeron multitud de
propiedades terapéuticas. La única evidente, es el poder absorbente de las
rasuras de sus cuernos, probablemente observada desde tiempos
prehistóricos. A partir de ahí fueron tejiéndose leyendas, se le empleó
alegóricamente a favor de la comprensión de los misterios religiosos
católicos y, de esa triple manera, su contacto con la naturaleza, con la
realeza y con la divinidad, diversas partes de su cuerpo cobraron prestigio
sanativo, empleado siempre, claro está, como la totalidad de los remedios
646 Diccionario de Farmacia, … op., cit., tomo I, pág. 740 . De casi todas las preparaciones daba
cuenta Rafael FOLCH ANDREU, “El ciervo y los remedios que proporcionaba” 1958, Farmacia
Nueva, nº 254, pág. 1-4.
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