Page 351 - Medicamentos fantásticos
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“semejante al caballo y al ciervo, tiene los cuernos muy ramosos,
macizos y anchos, el labio de arriba muy grande y colgando, por lo cual pace
hacia atrás, es ligero: pero muy simple y tan tímido que no anda solo sino
muchos juntos, tiene las orejas y el cuello grandes, y el olfato muy vivo… la
uña pues de este animal puede llamar de la gran bestia…

Una definición muy similar hace Francisco Vélez de Arciniega632,
aunque precisa la mayor eficacia de la de la pata trasera derecha. Sin
embargo Pomet,633 luego de situarlo en Suecia, Noruega y Canadá, atribuye
mayor acción a la izquierda.

Según creían, el animal enfermaba con convulsiones. Bastaba con
introducir su pata (para unos la izquierda, para otros la derecha) en la
oreja del mismo lado, para cesar con el ataque.

Virtudes
Si consideraban capaz al animal de curarse por sí mismo la
epilepsia, por mágica similitud, la aplicaban a la enfermedad humana. Para
evitar los ataques epilépticos aconsejaban tener algún pedazo de ella en la
mano izquierda, llevarla colgada en contacto con la carne o en forma de
sortijas.
También podía echarse polvo de la misma en el oído izquierdo.
Durante el Barroco es Moisés Charas634 quien incluye unos pulvis
epilepticus, preparados con pezuña de la gran bestia, unicornio, perlas,
coral rojo, almizcle y placenta de mujer; ahora bien, la señora debía ser de
temperamento sanguíneo y primípara.

632 Francisco VÉLEZ DE ARCINIEGA, Historia de los animales…op., cit., pág. 176-179.
633 Pierre POMET, Histoire Generale des drogues…op., cit., tomo II, pág 120-121.
634 Moisés CHARAS, Pharnacopée Royal galenique et chymique, Lyon, Anisson & Posuel, 1693.
(Hay al menos una edición anterior en 1684 y varias publicadas a lo largo del siglo XVIII.

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