Page 340 - Medicamentos fantásticos
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otros en las Indias, en el Nuevo Mundo o en los desiertos; lo mismo sucede
con las descripciones de los animales, sus cuernos y su temperamento
pues, si Plinio lo considera una fiera furiosa, en la carta hebraica del rey de
Etiopía al Papa, la famosa carta del Preste Juan, se le toma por dulce y
benigno. Paré cogió esa referencia, sin citarlo, de Francois Rabelais.609
Tampoco se mostraba conforme con los cuernos conservados en los
distintos tesoros de los poderosos, ni con los de los papas, ni el de Venecia,
en cuya iglesia de San Marcos se conservaba un ejemplar de gran tamaño y
otro, muy bien labrado, poseía la farmacia Albrizzi; la abadía de Saint-Denis
o la catedral de Strasburgo, en cuyo coro existía uno de ocho pies de largo.
Para él no serían sino colmillos de elefante hábilmente labrados.
Como sucedió con la sangre de dragón, no era éste uno de los
menores problemas respecto al unicornio pues, si nadie había visto al
animal salvo en tapices, cuadros o miniaturas de los bestiarios, sus cuernos
se conservaban en las cámaras artísticas o de las maravillas de muchos
poderosos. En el Alcázar madrileño había varios durante el reinado de
Felipe II, probablemente procedentes de la herencia paterna. El rey
Prudente, en su testamento, ordena “que se conserven y anden juntos con
sucesión destos Reynos seis cuernos de unicornio que… están juntos en la
Guardajoyas”.610 En el inventario de la Casa Médicis de 1492, uno se valora
en 6000 florines y el Papa Clemente VII, cuyo pontificado duró de 1523 a
1534, vendió otro en 27000 ducados611.
609 Francois RABELAIS, Le Quart Livre des faits et dits héroïques du bon Pantagruel, cap. IV, cit.
por Bruno FAIDUTTIi, Images et connaisssance de la licorne…op., cit., 2.2- Ambroise Paré,
pourfendeur de licornes, pág. 3.
610 F.J. SÁNCHEZ CANTÓN, vol. I, p. XXXVII. Y Documentos para la Historia del Monasterio de El
Escorial, tomo II, pág. 32.
611 Julios von SCHLOSSER, Las cámaras artísticas y maravillosas del renacimiento tardío,
Madrid, Akal, 1978, pág. 24, nota, 17.
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con las descripciones de los animales, sus cuernos y su temperamento
pues, si Plinio lo considera una fiera furiosa, en la carta hebraica del rey de
Etiopía al Papa, la famosa carta del Preste Juan, se le toma por dulce y
benigno. Paré cogió esa referencia, sin citarlo, de Francois Rabelais.609
Tampoco se mostraba conforme con los cuernos conservados en los
distintos tesoros de los poderosos, ni con los de los papas, ni el de Venecia,
en cuya iglesia de San Marcos se conservaba un ejemplar de gran tamaño y
otro, muy bien labrado, poseía la farmacia Albrizzi; la abadía de Saint-Denis
o la catedral de Strasburgo, en cuyo coro existía uno de ocho pies de largo.
Para él no serían sino colmillos de elefante hábilmente labrados.
Como sucedió con la sangre de dragón, no era éste uno de los
menores problemas respecto al unicornio pues, si nadie había visto al
animal salvo en tapices, cuadros o miniaturas de los bestiarios, sus cuernos
se conservaban en las cámaras artísticas o de las maravillas de muchos
poderosos. En el Alcázar madrileño había varios durante el reinado de
Felipe II, probablemente procedentes de la herencia paterna. El rey
Prudente, en su testamento, ordena “que se conserven y anden juntos con
sucesión destos Reynos seis cuernos de unicornio que… están juntos en la
Guardajoyas”.610 En el inventario de la Casa Médicis de 1492, uno se valora
en 6000 florines y el Papa Clemente VII, cuyo pontificado duró de 1523 a
1534, vendió otro en 27000 ducados611.
609 Francois RABELAIS, Le Quart Livre des faits et dits héroïques du bon Pantagruel, cap. IV, cit.
por Bruno FAIDUTTIi, Images et connaisssance de la licorne…op., cit., 2.2- Ambroise Paré,
pourfendeur de licornes, pág. 3.
610 F.J. SÁNCHEZ CANTÓN, vol. I, p. XXXVII. Y Documentos para la Historia del Monasterio de El
Escorial, tomo II, pág. 32.
611 Julios von SCHLOSSER, Las cámaras artísticas y maravillosas del renacimiento tardío,
Madrid, Akal, 1978, pág. 24, nota, 17.
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