Page 274 - Medicamentos fantásticos
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Alerta sobre las falsificaciones realizadas con vidrio.463

Durante la Edad Media, Isidoro de Sevilla, como siempre, sigue y
supera a Plinio. Entre las gemas de color de fuego coloca al carbunclo,
llamado así por su color encendido como el carbón ardiente,

“cuyo fulgor ni siquiera la noche lo vence, pues luce en medio de las
tinieblas de tal manera que lanza sus llamas hasta los ojos“.464

En el Lapidario de Alfonso X el Sabio465, el rubí depende del símbolo
Leo, relacionado primero con Saturno, luego con Júpiter y en tercer lugar
con Marte, dada la creencia en su consistencia ígnea, sus cualidades son
calientes y secas.

Durante el Renacimiento, Juan de Arfe, los describe colorados,
transparentes y de grandísimo resplandor. Su mayor perfección es ser de
color encendido, como un clavel.466

Francisco Rueo467, como San Epifanio, considera al rubí una de las
gemas del vestido de Aaron, pero lo distingue de los carbúnculos. Estos
serían para él, lo que las gemas de color de fuego fueron para Plinio y San
Isidoro, ya no un sinónimo, sino la denominación de una clasificación más
amplia. Así a los rubíes los considera la tercera especie de carbúnculo. La
cuarta, los granates, también de color rojo, pero menos valiosos. La
segunda el balax y la primera los verdaderos carbúnculos, es decir, los de
color rojo vehemente. En realidad, tanto la primera como la tercera especie
parecen referirse a los actuales rubíes.

Los considera sol líquido o fulgor de fuego petrificado.

463 PLINIO El VIEJO, Lapidario, op., cit., pag. 177-180, lib. 37, cap. 91 a 99.
464 SAN ISIDORO de Sevilla Etimologías…op., cit., pág. 293.
465 El primer lapidario de Alfonso X…op., cit., pág. 170.
466 Juan ARPHE Y VILLAFAÑE, Quilator de la plata…op., cit., pág. 45 v.- 47 v.
467 François LE RUE, De gemmis aliquot…op., cit., libro II, pars. II, cap. XIV, fol. 47v.-50v.

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