Page 174 - Medicamentos fantásticos
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Figura 125. Baco, Júpiter y Sin embargo, como ya advirtió Lobera, el vino no debe ser ni joven,
las bacanales, Publio Ovidio ni demasiado añejo. El nuevo tiene poco calor y mucha humedad, engendra
NASÓN, muchas ventosidades, acarrea sueños horribles, produce mucho esperma e
Las transformaciones…op., incita demasiado a la lujuria y causa opilaciones en los caños de la orina.
cit., lámina 49.
El muy añejo, de más de cinco años, calienta demasiado y levanta
vapores gruesos.
Para él, que sigue en esto a Avicena, se debe emplear como
medicamento. Es bueno para las enfermedades de los nervios, bebido con
templanza. Si se hace en demasía los destruye. Daña el hígado, calienta y
deseca en grado tercero, -con lo cual deseca la virtud seminal- daña a las
telillas cerebrales, sube presto a la cabeza y al fin quita el sueño y mata.
El médico renacentista navarro, Alfonso López de Corella (ca. 1513-
1584), curioso dietista del vino, resume lo dicho por otros 281 y da
satisfacción a algunas preguntas sobre lo creído en su época sobre su
consumo y propiedades282.
El orégano no sólo lo volvería medicinal, también se empleaba para
hacerlo más dulce, como si estuviese fermentado a partir de uvas
pequeñas. Emborracharía más el vino aguado, luego el blanco y por último
el tinto, porque:
Mejor puede penetrar
el vino desque está aguado,
y al cerebro antes llegar;
y así podrá emborrachar
antes que el que no es mezclado;
por esa misma razón,
281 Alfonso LÓPEZ DE CORELLA, De vinis commoditatibus, (Los provechos del vino), Zaragoza:
Alfonso Lupeio Cureleano, 1550.
282 Alfonso LÓPEZ DE CORELLA, Trescientas preguntas de cosas naturales en diferentes
materias, Trescientas preguntas de cosas naturales en diferentes materias, Valladolid:
Francisco Fernández de Córdoba, 1546, op., cit.
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las bacanales, Publio Ovidio ni demasiado añejo. El nuevo tiene poco calor y mucha humedad, engendra
NASÓN, muchas ventosidades, acarrea sueños horribles, produce mucho esperma e
Las transformaciones…op., incita demasiado a la lujuria y causa opilaciones en los caños de la orina.
cit., lámina 49.
El muy añejo, de más de cinco años, calienta demasiado y levanta
vapores gruesos.
Para él, que sigue en esto a Avicena, se debe emplear como
medicamento. Es bueno para las enfermedades de los nervios, bebido con
templanza. Si se hace en demasía los destruye. Daña el hígado, calienta y
deseca en grado tercero, -con lo cual deseca la virtud seminal- daña a las
telillas cerebrales, sube presto a la cabeza y al fin quita el sueño y mata.
El médico renacentista navarro, Alfonso López de Corella (ca. 1513-
1584), curioso dietista del vino, resume lo dicho por otros 281 y da
satisfacción a algunas preguntas sobre lo creído en su época sobre su
consumo y propiedades282.
El orégano no sólo lo volvería medicinal, también se empleaba para
hacerlo más dulce, como si estuviese fermentado a partir de uvas
pequeñas. Emborracharía más el vino aguado, luego el blanco y por último
el tinto, porque:
Mejor puede penetrar
el vino desque está aguado,
y al cerebro antes llegar;
y así podrá emborrachar
antes que el que no es mezclado;
por esa misma razón,
281 Alfonso LÓPEZ DE CORELLA, De vinis commoditatibus, (Los provechos del vino), Zaragoza:
Alfonso Lupeio Cureleano, 1550.
282 Alfonso LÓPEZ DE CORELLA, Trescientas preguntas de cosas naturales en diferentes
materias, Trescientas preguntas de cosas naturales en diferentes materias, Valladolid:
Francisco Fernández de Córdoba, 1546, op., cit.
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