Page 172 - Medicamentos fantásticos
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Figura 124. Vid, Libro Entre los médicos nutricionistas, Luis Lobera de Ávila, pese a
de los medicamentos confesarse poco amante del vino hace un profundo estudio del mismo.279
simples… op., cit. Comienza por aconsejar abstenerse de cualquier bebida, de vino o de agua,
en ayunas.
Con respecto al primero, si es bueno, claro, odorífero, ni muy viejo,
ni nuevo y se bebe moderadamente, conforta el estómago. Refuerza el color
natural. Ayuda a la digestión; preserva a los manjares de la corrupción;
ayuda contra la putrefacción de los humores; aprovecha a la cabeza: alegra
el corazón; hace experta a la lengua; es de buen mantenimiento y sustancia
y engendra buenos espíritus.
Ahora bien, si no se usa con templanza: fatiga el cerebro y su virtud.
Causa olvido. Aflige los sentidos. Destruye el apetito. Enflaquece y debilita
los miembros. Causa legañas en los ojos. Fatiga el hígado. Engendra sangre
gruesa. Causa sueños desvariados y muchas enfermedades como la lepra.
Si se bebe sobre poco comer o en ayunas, engendra gota.
Evidentemente muchas de los problemas son verdaderos y otros
llamativamente falsos, como los relativos a la lepra o la gota.
Para evitar la embriaguez, además del no por repetido menos
extraño método de las berzas, propone otros igual de peregrinos, como
ingerir carnes de puercos gordos, pulmón de carnero o polvo de golondrina
quemada, con lo cual el remedio era tan malo como la enfermedad.
Como es habitual en sus libros, nos proporciona un pequeño
recetario de vinos medicinales como el laxativo, contra las opilaciones o el
admirable para melancólicos.
279 Luis LOBERA DE ÁVILA, Vergel de sanidad, que por otro nombre se llamaba Banquete de
caballeros y orden de vivir, así en tiempo de sanidad, como de enfermedad: y habla
copiosamente de cada manjar que complexión y propiedades tenga y de sus provechos y
daños, Alcalá de Henares: Juan de Brocar, 1542, fol. XVI; fol XX-XXXI: la cerveza en fol. XXXIv.
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de los medicamentos confesarse poco amante del vino hace un profundo estudio del mismo.279
simples… op., cit. Comienza por aconsejar abstenerse de cualquier bebida, de vino o de agua,
en ayunas.
Con respecto al primero, si es bueno, claro, odorífero, ni muy viejo,
ni nuevo y se bebe moderadamente, conforta el estómago. Refuerza el color
natural. Ayuda a la digestión; preserva a los manjares de la corrupción;
ayuda contra la putrefacción de los humores; aprovecha a la cabeza: alegra
el corazón; hace experta a la lengua; es de buen mantenimiento y sustancia
y engendra buenos espíritus.
Ahora bien, si no se usa con templanza: fatiga el cerebro y su virtud.
Causa olvido. Aflige los sentidos. Destruye el apetito. Enflaquece y debilita
los miembros. Causa legañas en los ojos. Fatiga el hígado. Engendra sangre
gruesa. Causa sueños desvariados y muchas enfermedades como la lepra.
Si se bebe sobre poco comer o en ayunas, engendra gota.
Evidentemente muchas de los problemas son verdaderos y otros
llamativamente falsos, como los relativos a la lepra o la gota.
Para evitar la embriaguez, además del no por repetido menos
extraño método de las berzas, propone otros igual de peregrinos, como
ingerir carnes de puercos gordos, pulmón de carnero o polvo de golondrina
quemada, con lo cual el remedio era tan malo como la enfermedad.
Como es habitual en sus libros, nos proporciona un pequeño
recetario de vinos medicinales como el laxativo, contra las opilaciones o el
admirable para melancólicos.
279 Luis LOBERA DE ÁVILA, Vergel de sanidad, que por otro nombre se llamaba Banquete de
caballeros y orden de vivir, así en tiempo de sanidad, como de enfermedad: y habla
copiosamente de cada manjar que complexión y propiedades tenga y de sus provechos y
daños, Alcalá de Henares: Juan de Brocar, 1542, fol. XVI; fol XX-XXXI: la cerveza en fol. XXXIv.
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