Page 169 - Medicamentos fantásticos
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entremezcla y de su relación con lo sobrenatural. Poco a poco, muy Figura 122.
lentamente, los elementos alimenticios y sobre todo medicinales, perderían Vid blanca, Andrés
relevancia. LAGUNA,
Pedacio Dioscorides
Vino y salud en el Renacimiento Anazarbeo…op., cit.
Durante el Renacimiento, Andrés Laguna dedicó amplias y sabrosas
anotaciones al vino en su traducción de la Materia medicinal de
Dioscórides.
El médico segoviano, alejado ya de la teocracia medieval y con
sólidos conocimientos sanitarios y filosóficos, inicia una corriente en la
cual son mucho más abundantes los inconvenientes y males producidos
por su ingestión que los provechos obtenidos.
Explica como el Creador mantuvo ocultas las virtudes de la vid hasta
descubrírselas a Noé, el primero en notar sus graves inconvenientes,
“porque cierto no puede venir mayor daño, desventura, ni desastre a un
nacido, que andarse todo cayendo, hablar cien mil desconciertos y desatinos,
descubrir su secreto a quien no se lo pide, encenderse en un fuego voluntario
y dejarse ir a rienda suelta tras todo género de lujuria”.
Menciona, a continuación, los excesos cometidos por los grandes a
consecuencia del vino. Pone ejemplo en Alejandro Magno, quien mataba a
sus amigos cuando estaba borracho y luego lloraba sobre sus cuerpos al
recobrar la normalidad.
Atribuye a Aníbal la estratagema de dar a sus enemigos vino con
mandrágora, con lo cual demuestra que esa argucia militar se convirtió en
un auténtico lugar común, transformado en anécdota para cualquier
caudillo de prestigio.
Se queja de sus calamitosísimos tiempos en donde los padres dan de
beber a los niños, aunque “no debemos maravillarnos desto, pues por la
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lentamente, los elementos alimenticios y sobre todo medicinales, perderían Vid blanca, Andrés
relevancia. LAGUNA,
Pedacio Dioscorides
Vino y salud en el Renacimiento Anazarbeo…op., cit.
Durante el Renacimiento, Andrés Laguna dedicó amplias y sabrosas
anotaciones al vino en su traducción de la Materia medicinal de
Dioscórides.
El médico segoviano, alejado ya de la teocracia medieval y con
sólidos conocimientos sanitarios y filosóficos, inicia una corriente en la
cual son mucho más abundantes los inconvenientes y males producidos
por su ingestión que los provechos obtenidos.
Explica como el Creador mantuvo ocultas las virtudes de la vid hasta
descubrírselas a Noé, el primero en notar sus graves inconvenientes,
“porque cierto no puede venir mayor daño, desventura, ni desastre a un
nacido, que andarse todo cayendo, hablar cien mil desconciertos y desatinos,
descubrir su secreto a quien no se lo pide, encenderse en un fuego voluntario
y dejarse ir a rienda suelta tras todo género de lujuria”.
Menciona, a continuación, los excesos cometidos por los grandes a
consecuencia del vino. Pone ejemplo en Alejandro Magno, quien mataba a
sus amigos cuando estaba borracho y luego lloraba sobre sus cuerpos al
recobrar la normalidad.
Atribuye a Aníbal la estratagema de dar a sus enemigos vino con
mandrágora, con lo cual demuestra que esa argucia militar se convirtió en
un auténtico lugar común, transformado en anécdota para cualquier
caudillo de prestigio.
Se queja de sus calamitosísimos tiempos en donde los padres dan de
beber a los niños, aunque “no debemos maravillarnos desto, pues por la
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