Page 165 - Medicamentos fantásticos
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Ese vino sería bueno para los problemas epilépticos, la conservación
del cuerpo, la limpieza de la sangre, las dificultades urinarias y la
temperancia corporal. Serviría para conciliar el equilibrio dinámico,
individual y exclusivo de los humores dentro de cada ser humano. No sólo
eso. En el ámbito espiritual o poético, si se prefiere, alumbraría de claridad
al espíritu, conservaría la juventud, sanaría a los insensatos y reconfortaría
la solidaridad: un vino realmente prodigioso.

Los vinos contra las opilaciones se consiguen introduciendo en ellos Figura 121. Extracción del vino,
saquitos repletos de raíces de achicoria, escolopendras, endivias… Se Tacuinum sanitatis,…op., cit.
llevan a ebullición y tras dejarlos enfriar están listos para el consumo
terapéutico. Se podía mejora el sabor con pasas. Para su conservación
aconseja los botes hechos de tamarisco.

Una segunda variedad contra las opilaciones es el vino alchendi. Se
mezcla con frutos de aristoloquiáceas y una manzana roja. Disuelve la
orina, evita la retención, reduce los cálculos minerales. Con él, según Arnau,
fue tratado un Cardenal con mucho éxito.

Otra variedad es el vino de gramíneas, preparado con gramas bien
elegidas. Lo recomendaba contra las opilaciones interiores, como
purgatorio del riñón, la vesícula y para facilitar la expulsión de arenillas
por vía urinaria.

También el vinum quod dicitur fractum, consistente en la ebullición
de una parte de vino en tres de agua, refrigerándolo inmediatamente. Lo
aconsejaba para abrir el apetito.

Entre los vinos procreativos menciona el vinum diamoron, ad filios
procreandos, también útil para mantener el feto. Una composición en la
cual no entraba el vino. Era un jarabe a base de agua y azúcar, como todos
los jarabes, más jengibre, cinamomo, pimienta blanca, galanga y anís (la
planta, no el licor).

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