Page 160 - Medicamentos fantásticos
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Figura 118. Vino blanco, Lo serían por sus características, por la influencia astral y por la de
Tacuinum sanitatis,…op., cit. las plantas u objetos en ellos disueltos. Todo un complejísimo problema en
la complicada tarea de intentar atraer el influjo de los astros mediante
objetos naturales.
En la Roma primitiva no era lícita la bebida para las mujeres. Si los
maridos las encontraban borrachas podían matarlas.
En el capítulo de los vinos monstruosos, Plinio nos habla de la vid
theriaca, cuyas uvas y zumo fermentado curan la mordedura de las
serpientes. Otro, egipcio, llamado thasia, muy dulce y válido para purgar el
vientre. En Licia existiría un tercero capaz de la acción opuesta. Y un
cuarto, egipcio también, bueno para moverlo.
Como sustancia sagrada, no se podía ofrecer a los dioses el vino de
vid no podada, ni si hubiera sido herida por el rayo, o estuviera sembrada
en el donde hubiese tenido lugar cualquier ahorcamiento humano o
hubiera sido pisada por pie llagado.
Pese a las muchas virtudes aceptadas para el vino, el último capítulo
lo dedica a advertir contra el exceso de consumo.
Para beber habitualmente recomienda el agua. Enumera los
muchos problemas derivados del abuso en el consumo del vino y resalta la
gran afición a él existente entre los romanos.
El vino medicinal durante la Edad Media
San Isidoro274 emplea todo un capítulo del libro dedicado a la
agricultura a las vides, aunque no nos ofrece novedad alguna.
Santa Hildegarda von Bingen275 (1098-1179) profetisa y curandera
milagrosa, abadesa del monasterio de Rupertsberg (Bingen), escribió dos
tratados terapéuticos: Physica y Causa et Curae.
274 San ISIDORO, Etimologías, op., cit., Lib. XVII, cap. 5.
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Tacuinum sanitatis,…op., cit. las plantas u objetos en ellos disueltos. Todo un complejísimo problema en
la complicada tarea de intentar atraer el influjo de los astros mediante
objetos naturales.
En la Roma primitiva no era lícita la bebida para las mujeres. Si los
maridos las encontraban borrachas podían matarlas.
En el capítulo de los vinos monstruosos, Plinio nos habla de la vid
theriaca, cuyas uvas y zumo fermentado curan la mordedura de las
serpientes. Otro, egipcio, llamado thasia, muy dulce y válido para purgar el
vientre. En Licia existiría un tercero capaz de la acción opuesta. Y un
cuarto, egipcio también, bueno para moverlo.
Como sustancia sagrada, no se podía ofrecer a los dioses el vino de
vid no podada, ni si hubiera sido herida por el rayo, o estuviera sembrada
en el donde hubiese tenido lugar cualquier ahorcamiento humano o
hubiera sido pisada por pie llagado.
Pese a las muchas virtudes aceptadas para el vino, el último capítulo
lo dedica a advertir contra el exceso de consumo.
Para beber habitualmente recomienda el agua. Enumera los
muchos problemas derivados del abuso en el consumo del vino y resalta la
gran afición a él existente entre los romanos.
El vino medicinal durante la Edad Media
San Isidoro274 emplea todo un capítulo del libro dedicado a la
agricultura a las vides, aunque no nos ofrece novedad alguna.
Santa Hildegarda von Bingen275 (1098-1179) profetisa y curandera
milagrosa, abadesa del monasterio de Rupertsberg (Bingen), escribió dos
tratados terapéuticos: Physica y Causa et Curae.
274 San ISIDORO, Etimologías, op., cit., Lib. XVII, cap. 5.
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