Page 159 - Medicamentos fantásticos
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bebían, perseguían a animales, los cazaban, descuartizaban y comían
crudos.

A partir del siglo II a.C. el Senado romano impuso limitaciones a las
bacanales, a consecuencia de los problemas derivados de sus
celebraciones. Al admitirse también a hombres, el perseguido “delirio
místico” se convertía en orgiástico. En ocasiones provocaba derramamiento
de sangre. En otras muchas, alteraciones del orden público con
derivaciones políticas. En los ritos de iniciación de tipo orgiástico
participaban esclavos. De esa manera podían conocer las ideas y los
sentimientos de libertad, dignidad e igualdad que, por otra vía antagónica,
les proporcionó luego el cristianismo.

Con respecto a la salud, el dios sanador esperaba el momento en que
el paciente alcanzaba el “enthousiasmos” a través de los ritos orgiásticos;
entonces lo poseía, sanaba y hacía cambiar su vida.

A la veneración por Dionisio se añadía una maliciosa indulgencia
con las tonterías que formaban el fondo del mito.271

Ni los griegos, ni los romanos, ni siquiera la Iglesia católica
consiguieron acabar con estos rituales, raíz lejana de los carnavales
cristianos272.

Plinio273 dedica todo el libro decimocuarto de su Historia Natural al
estudio de las vides y de su principal producto.

Advierte sobre su utilidad pues “en las medicinas tienen tan principal
lugar que son los vinos, por sí solos, remedios”.

271 Maguelonne TOUSSAINT-SAMAT, Historia natural y moral de los alimentos, 3. El aceite, el
pan y el vino, Madrid: Alianza, 1987, p. 76.
272 Giovanni CASADIO, Storia del culto di Dionisio a Corinto, Scione, Trezene, Roma: il calamo,
1999.
273 Cayo PLINIO SEGUNDO, Historia Natural…traducida por el licenciado Jerónimo DE LA
HUERTA, lib. XIV, caps. I-XXII.

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