Page 40 - Anales RADE vol I n 1
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en las zonas centrales en las que se situaban los diferentes accesos. La
grandiosidad así obtenida era del mayor agrado de los Reyes y admirada por el
pueblo, que ante ella se sentía sobrecogido por la majestad del poder. Esta
arquitectura tan espectacular era como el último coletazo del barroquismo en el
que lo neoclásico se estaba anunciando llamativamente, sobre todo en el empleo
abusivo de los órdenes gigantes que así como habían sido morada de los dioses en
los templos griegos y romanos, ahora lo eran para los reyes.
3. LA ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO, MOTOR DE
LA NUEVA ARQUITECTURA
Las Academias eran instituciones creadas para el cuidado y fomento de las
Artes, las Ciencias y las Letras, y que recibieron su nombre en recuerdo de la
escuela pública de Atenas en la que Platón discutía sus enseñanzas con sus
discípulos. Las más antiguas nacieron en tiempos de los tres primeros borbones y
por este orden: Real Academia Española de la Lengua (Felipe V, 1716), Real
Academia de la Historia (Felipe V, 1738), Real Academia de las Nobles Artes de San
Fernando (Fernando VI, 1752) (Figura 8) y Real Academia de Jurisprudencia y
Legislación (Carlos III, 1764). Del mismo período fueron la Real Academia
Sevillana de Bellas Letras (Carlos III, 1775), y también del reinado de Carlos III, la
de San Carlos de Valencia en 1786, impulsada su creación desde la madrileña de
San Fernando.
Figura 8. Retrato de Fernando VI (L. Michel van Loo)
La Academia de las Bellas Artes de Madrid tuvo un largo período de
gestación durante el reinado de Felipe V desde que en el año 1726, el miniaturista
Juan Gómez y González de la Buelga|40
grandiosidad así obtenida era del mayor agrado de los Reyes y admirada por el
pueblo, que ante ella se sentía sobrecogido por la majestad del poder. Esta
arquitectura tan espectacular era como el último coletazo del barroquismo en el
que lo neoclásico se estaba anunciando llamativamente, sobre todo en el empleo
abusivo de los órdenes gigantes que así como habían sido morada de los dioses en
los templos griegos y romanos, ahora lo eran para los reyes.
3. LA ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO, MOTOR DE
LA NUEVA ARQUITECTURA
Las Academias eran instituciones creadas para el cuidado y fomento de las
Artes, las Ciencias y las Letras, y que recibieron su nombre en recuerdo de la
escuela pública de Atenas en la que Platón discutía sus enseñanzas con sus
discípulos. Las más antiguas nacieron en tiempos de los tres primeros borbones y
por este orden: Real Academia Española de la Lengua (Felipe V, 1716), Real
Academia de la Historia (Felipe V, 1738), Real Academia de las Nobles Artes de San
Fernando (Fernando VI, 1752) (Figura 8) y Real Academia de Jurisprudencia y
Legislación (Carlos III, 1764). Del mismo período fueron la Real Academia
Sevillana de Bellas Letras (Carlos III, 1775), y también del reinado de Carlos III, la
de San Carlos de Valencia en 1786, impulsada su creación desde la madrileña de
San Fernando.
Figura 8. Retrato de Fernando VI (L. Michel van Loo)
La Academia de las Bellas Artes de Madrid tuvo un largo período de
gestación durante el reinado de Felipe V desde que en el año 1726, el miniaturista
Juan Gómez y González de la Buelga|40