Page 266 - Medicamentos fantásticos
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Para Palacios:
“fortifica el corazón, el estómago y la cabeza, recrea los espíritus, es
contra las lombrices, resiste la malignidad del aire, y la corrupción de los
humores; dulcifica la acritud de los humores, quita las cámaras y el vómito”.
Como bien puso de manifiesto Loeches, y he señalado, todas estas
propiedades se compaginan mal con su certeza acerca de la falta de
virtudes de las piedras preciosas, distintas de las absorbentes.
Este mágico y asombroso medicamento continúa presente en
nuestra farmacopea oficial de 1817.434
Zafiros
Descripción actual
Son gemas preciosas del mineral Corindón (óxido de aluminio), la
segunda sustancia más dura tras el diamante. Cristaliza en el sistema
hexagonal y las variedades transparentes forman los zafiros y los rubíes.
Los primeros son azules intensos y es el conocido como tal. También puede
haberlos incoloros, amarillos -denominados zafiros amarillos o topacios
orientales- y rosas pálidos, debido al color de las impurezas del óxido
alumínico. El auténtico, repito, es el azul.
Otra elección complicada de una piedra confusa
Para Plinio, es azul adornado con puntos áureos. Lo emplea muchas
veces para comparar otras piedras, como si fuera suficientemente conocido
para cualquier lector.
Dioscórides le sigue. El verdadero Saphir sería azul con puntitos o
manchas de oro.
434 Pharmacopoea Hispana, op., cit., pág. 161.
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“fortifica el corazón, el estómago y la cabeza, recrea los espíritus, es
contra las lombrices, resiste la malignidad del aire, y la corrupción de los
humores; dulcifica la acritud de los humores, quita las cámaras y el vómito”.
Como bien puso de manifiesto Loeches, y he señalado, todas estas
propiedades se compaginan mal con su certeza acerca de la falta de
virtudes de las piedras preciosas, distintas de las absorbentes.
Este mágico y asombroso medicamento continúa presente en
nuestra farmacopea oficial de 1817.434
Zafiros
Descripción actual
Son gemas preciosas del mineral Corindón (óxido de aluminio), la
segunda sustancia más dura tras el diamante. Cristaliza en el sistema
hexagonal y las variedades transparentes forman los zafiros y los rubíes.
Los primeros son azules intensos y es el conocido como tal. También puede
haberlos incoloros, amarillos -denominados zafiros amarillos o topacios
orientales- y rosas pálidos, debido al color de las impurezas del óxido
alumínico. El auténtico, repito, es el azul.
Otra elección complicada de una piedra confusa
Para Plinio, es azul adornado con puntos áureos. Lo emplea muchas
veces para comparar otras piedras, como si fuera suficientemente conocido
para cualquier lector.
Dioscórides le sigue. El verdadero Saphir sería azul con puntitos o
manchas de oro.
434 Pharmacopoea Hispana, op., cit., pág. 161.
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