Page 248 - Medicamentos fantásticos
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banquete de Marco Antonio (83-30 a.C.), refinado y excesivo, lo despreció
por poco valioso. Apostó con el dirigente romano su capacidad de comerse,
de un solo bocado, una cantidad de dinero extraordinaria. Invitado a su
mansión, recibió un agasajo culinario de lo más normal. Cuando Marco
Antonio la recriminó y reclamó para sí el honor de haber ganado el desafío,
la reina disolvió una de sus perlas en un vaso de vinagre y se lo bebió,
dejándole verdaderamente perplejo.
De esta manera, mediante la apuesta de una muchacha consentida,
surgió la leyenda de Cleopatra terapeuta y maga, conocedora de las
virtudes de las piedras preciosas y del secreto de los venenos y sus
antídotos.
El criadero fundamental de las perlas, para Plinio, estaba en el golfo
Pérsico y en el mar Rojo (Bermejo, dice él).
La generación perlífera
Para el autor de la Historia Natural, el mecanismo de germinación
sería el siguiente: cuando a las ostras les llega el momento del año propicio
para reproducirse, abren las conchas mediante una especie de bostezo y
quedan preñadas del rocío. Pasado el tiempo oportuno del embarazo,
paren perlas. Su calidad depende de la de la escarcha recibida: si es pura y
limpia, son blancas; si turbia y sucia, amarillas. En el color influiría también
el momento del parto y su localización marina.392
Aunque el romano no las dotó de cualidades medicamentosas, ya
tenemos los elementos necesarios para la leyenda; lo mismo que la miel, se
consideran procedentes del rocío y a éste le tenían por una especie de
polvo de las estrellas, la parte incorruptible del universo formada por el
quinto elemento, el éter. Todos aquellos materiales tocados de esa
392 Cayo PLINIO SEGUNDO, Historia Natural, trasladada y anotada por el Doctor Francisco
Hernández (Libros primero a vigesimoquinto) y por Jerónimo de la Huerta (Libros
vigesimosexto a trigesimoséptimo) y apéndice (Libro séptimo, capítulo LV), Madrid: Visor
Libros-Universidad Nacional de México, 1999 pág. 468.
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por poco valioso. Apostó con el dirigente romano su capacidad de comerse,
de un solo bocado, una cantidad de dinero extraordinaria. Invitado a su
mansión, recibió un agasajo culinario de lo más normal. Cuando Marco
Antonio la recriminó y reclamó para sí el honor de haber ganado el desafío,
la reina disolvió una de sus perlas en un vaso de vinagre y se lo bebió,
dejándole verdaderamente perplejo.
De esta manera, mediante la apuesta de una muchacha consentida,
surgió la leyenda de Cleopatra terapeuta y maga, conocedora de las
virtudes de las piedras preciosas y del secreto de los venenos y sus
antídotos.
El criadero fundamental de las perlas, para Plinio, estaba en el golfo
Pérsico y en el mar Rojo (Bermejo, dice él).
La generación perlífera
Para el autor de la Historia Natural, el mecanismo de germinación
sería el siguiente: cuando a las ostras les llega el momento del año propicio
para reproducirse, abren las conchas mediante una especie de bostezo y
quedan preñadas del rocío. Pasado el tiempo oportuno del embarazo,
paren perlas. Su calidad depende de la de la escarcha recibida: si es pura y
limpia, son blancas; si turbia y sucia, amarillas. En el color influiría también
el momento del parto y su localización marina.392
Aunque el romano no las dotó de cualidades medicamentosas, ya
tenemos los elementos necesarios para la leyenda; lo mismo que la miel, se
consideran procedentes del rocío y a éste le tenían por una especie de
polvo de las estrellas, la parte incorruptible del universo formada por el
quinto elemento, el éter. Todos aquellos materiales tocados de esa
392 Cayo PLINIO SEGUNDO, Historia Natural, trasladada y anotada por el Doctor Francisco
Hernández (Libros primero a vigesimoquinto) y por Jerónimo de la Huerta (Libros
vigesimosexto a trigesimoséptimo) y apéndice (Libro séptimo, capítulo LV), Madrid: Visor
Libros-Universidad Nacional de México, 1999 pág. 468.
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