Page 247 - Medicamentos fantásticos
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Las pesquerías más reputadas están en el golfo Pérsico, en la Baja Figura 176. Perlas, Pierre POMET,
California, en México, en las Antillas, el Pacífico Sur, en la India, Japón y Histoire
Australia. Generale des drogues…op., cit.

También algunos moluscos de agua dulce producen perlas
naturales. Las esféricas han sido cultivadas con éxito desde 1920 y se
fabrican artificialmente, aunque el intento de hacerlo, con fines
medicinales, mediante prácticas alquímicas es muy antiguo390.

Los inicios de la historia y la leyenda

Conviene saber, para no perdernos en los textos, que los latinos las
conocían por margaritae y los árabes las llamaban aljófar. En las boticas se
denominaron berruecas a las más gruesas e irregulares, mientras las
empleadas en la práctica farmacéutica, más pequeñas, se llamarían
también aljófar o simiente de perlas.

Según Plinio, quien generalizó su uso suntuario en Roma fue
Pompeyo el Grande (106 a.C.-48 a.C.). Con motivo de su victoria sobre
Mitrídates VI Eupator en el año 66 a. C. En el romano desfile de la victoria
presentó treinta y tres collares de perlas y un retrato suyo hecho con
ellas.391 A partir de entonces, las gentes ricas las deseaban, las buscaban y
pagaban buenas sumas por poseerlas. El mismo autor vio a Lollía Paulina,
esposa de Cayo Calígula (12-41), cubierta de esmeraldas y perlas en una
boda de no demasiado boato, y nos lo cuenta con un punto de escándalo
moralista.

Para el cronista romano, las dos perlas más grandes las tuvo
Cleopatra (69-30 a.C.), a quien se las regalaron inciertos reyes orientales.
Las llevaba convertidas en pendientes. Un día, mientras recibía un

390 Samuele NORTONO BRISTOLLENSI, Metamorphosis lapidum ignobilium in gemmas
quasdam pretiosas seu modus transformadi perlas parvas, et minusculas, in magnas & nobiles;
ac etiam construendi Carbunculos artificiales, alios que lapides pretiosos, naturalibus
praetantiores, Francofurti: Typis Caspari Rotelli, Impensis Guilielmi Fitzeri, 1630.
391 PLINIO EL VIEJO, Lapidario, op., cit., pág. 145.

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