Page 77 - Medicamentos fantásticos
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Kunobatê o Kunobastos, espino de perro

Ese nombre, muy posiblemente, se daba a la Rosa canina L., el rosal Figura 57. Rosa, Tacuinum
silvestre. sanitatis, Codex se. nov. 2644 der
Österreichischen
Su relación con la astrología no se explicita en los textos posteriores Nationalbibliotehek, Austria.
a los herbarios astrológicos griegos, pero su empleo fue muy extendido
sobre todo durante el Renacimiento.

Tal vez, dada la nula actividad farmacológica de la planta -ahora
conocida- el empleo farmacológico se debió a esa relación oscura con la
Luna.

Andrés Laguna,90 en el siglo XVI, escribe en su anotación a la flor:

“Por donde el Ilustrísimo y Reverendísimo Cardenal de Mendoza,
(debajo de cuya sombra y amparo se fabrican estos nuestros trabajos) no le
suelo jamás purgar sino con el dicho jarabe {de rosas} solo: con el uso del
cual se halla siempre sano, fresco, y gallardo: y muy libre de infinitas
opilaciones, que ordinariamente le fatigaban, antes que del usase. Así que me
resuelvo en decir, que es la más saludable y católica medicina, de cuantas
Dios crió, para uso de los mortales.”

Las enormes rosaledas plantadas por Felipe II, aparte de su función
estética, eran cortadas y enviadas en su totalidad a los hospitales
madrileños en donde se tenían por una especie de olorosa panacea.91

Olivo

La Olea europea L. es uno de los árboles característicos de la
península ibérica en su vertiente mediterránea.

90 Andrés LAGUNA, Pedacio DIOSCÓRIDES, Materia médica op., cit., libr. I, cap. CX.
91 Javier PUERTO, El jardín secreto: Felipe II y los medicamentos. En Carmen AÑÓN, (coord.),
Felipe II. El Rey íntimo. Jardín y naturaleza en el siglo XVI. Aranjuez, Doce Calles, 1998, pp.363-
383.

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