Page 79 - Medicamentos fantásticos
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Explica como los griegos raspaban el aceite de los cuerpos de los
atletas tras los ejercicios de la palestra, y luego lo empleaban como
medicamento contra la gota y el dolor de ciática.

También se rascaba de las paredes de los balnearios, en donde se
empleaba para fregar las paredes y se utilizaba contra los hemorroides las
llamadas strigmenta balnearia.

Acaba por explicar los diferentes aceites medicinales extraídos de
otros árboles y frutos.

Durante la Edad Media, San Isidoro94 recuerda el simbolismo
pacífico del árbol y relaciona el nombre del fruto con el órcheis griego. Las
aceitunas, orchas, se llamarían así por su similitud con los testículos.

Durante el Renacimiento, Andrés Laguna habla del olivo doméstico
y del salvaje. Considera más fértil el segundo, “de donde consta que el regalo
y vicio comúnmente engendra esterilidad. Y ansí vemos que los príncipes y
grandes señores, criados con toda la delicadeza del mundo y, como dicen, con
agüeros, hacen muy pocos hijos, y esos flacos, tiernos, cuitadillos y de muy
corta vida”.

Considera causa de esterilidad de los olivos el ser pacidos por
cabras, “y esto, según yo pienso, por el grande enojo que toman de verse
roídos de un animal tan sucio y hediondo, máximamente ellos, que
compitieron con el laurel, y fueron consagrados a la diosa Minerva. Por eso,
quien quiera aceite no tenga cabras”.

Para Francisco Nuñez de Oria95 , el mejor aceite es el omphancino,
hecho de olivas sin madurar, en lo cual sigue a Plinio y Avicena. Sería frío y
seco en primer grado, mientras el de aceitunas muy maduras lo considera
caliente y con algo de humedad.

94 San ISIDORO, Etimologías, op., cit., Libro XVII, 62 y 63.
95 Francisco NUÑEZ DE ORIA, Regimiento y aviso…op., cit., fol. 292v.-293.

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