Page 312 - Medicamentos fantásticos
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Entre 1784-85 el doctor Giambattista Palleta hizo un gran
experimento con el medicamento, en el Hospital Mayor de Milán, sin
obtener resultado alguno; las horas de las bezoares estaban contadas
después de más de mil años de presencia en los antidotarios, en las
farmacopeas y en las boticas de reyes y poderosos, pagadas siempre al
mismo precio, o superior que las piedras preciosas.

Pese a estas investigaciones, nuestro novator Félix Palacios, incluye
a la piedra bezoar oriental y occidental entre las medicinales.554

El más clásico Juan de Loeches, no sólo a ellas, sino a todas las
terapéuticas bezoárdicas, tan poco queridas por Patin que, en realidad,
eran medicamentos químicos (Bezoardicum officinarum; bezoardicum
animale, joviale, lunare, martiale, minerale, solare), con todas las virtudes
tradicionales555 y el insensato de Hernando de Castrillo, dedica el capítulo
último de su libro a la exégesis de la piedra bezoar. Sigue
fundamentalmente a Acosta, expone todas sus virtudes tradicionales, la
sigue denominando “la reina del veneno”, explica todas sus propiedades
tradicionales, nos ilumina sobre el origen de las Occidentales (de los
estómagos de las vicuñas) y explica su acción, en pleno siglo XVIII, cuando
ya se conocía bien la circulación sanguínea y el sistema humoral estaba en
franca retirada, por su virtud oculta y natural antipatía con los humores
malignos.556

Virtudes

En el lapidario de Alfonso X, a la piedra pardo amarillenta la
relacionan con el noveno grado del signo Géminis, de propiedad caliente y
húmeda, aunque no mucho. Se recomendaba contra todo tósigo o veneno,
tanto el que hace daño sin matar, como el mortífero. Se tenía por buena

554 Félix PALACIOS, Palestra Pharmaceutica…op., cit., pág. 21.
555 Juan de LOECHES, Tyrocinium pharmaceuticum…op., cit., pag. 334-336 y 65-66.
556 Hernando CASTRILLO, Historia y magia natural…op., cit., cap. XXVI.

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