220|Dolores Corella y José M Ordovás
gen de la APOA2 asociada con obesidad, mostraban mayor peso y riego de
obesidad solamente en presencia de una dieta alta en grasas saturadas. Esto era
consistente en todas las poblaciones estudiadas lo cual representa un hito en el
estudio de las interacciones gen-‐dieta relacionadas con la obesidad, especialmente
cuando estudios adicionales extendieron la validación a poblaciones europeas y
asiáticas. Estos resultados contribuyen a la identificación de individuos
susceptibles a la obesidad inducida por dieta. Pero además permitirán la
implementación de recomendaciones dietéticas adaptadas específicamente para
compensar la predisposición a la obesidad o a las enfermedades cardiovasculares.
Otro de los ejemplos de interacciones gen-‐ambiente hallado por nuestro
grupo ha sido entre el gen FTO y el nivel de estudios en población general
mediterránea española. El gen FTO es el principal gen asociado a obesidad de
manera que los portadores de la variante A de un polimorfismo en el intron 1 (la
base normal es la T), tienen mayor riego de obesidad. Sin embargo, pudimos
constatar que el nivel de estudio de la persona influye en que se detecte o no esta
asociación con la obesidad. En personas con estudios universitarios, los portadores
del alelo de riesgo A, no tenían mayor peso que los TT, mientras que en personas
no universitarias, se apreciaba significativamente la asociación. El nivel de
estudios es una variable muy asociada al estilo de vida, y se relaciona con una
alimentación más saludable, mayor ejercicio físico, etc. Concretamente con el
ejercicio físico también hemos encontrado importantes interacciones entre los
genes FTO y MC4R y el índice de masa corporal en el estudio PREDIMED. Un mayor
sedentarismo potencia el efecto de estos genes en obesidad.
Sin embargo, aunque estos ejemplos con pocos genes sean relevantes, es
necesario incluir en el estudio más variantes genéticas. Solo recientemente hemos
podido abordar el estudio del genoma completo y de las interacciones de millones
de variantes genéticas con patrones de dietas para definir el conjunto de los
efectos sobre fenotipos de interés, como es el caso de la obesidad. Hasta el
momento el avance del conocimiento se ha visto frenado por las limitaciones de las
aproximaciones estadísticas necesarias para el tratamiento de esta cantidad
masiva de datos. Además, hemos de tener en cuenta que futuros diseños y análisis