Page 382 - Medicamentos fantásticos
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el hombre, por lo que el veneno se engendró tras el pecado. En el
Eclesiastés, los escorpiones y las serpientes fueron creados por la venganza
divina.

Dado su carácter tóxico no podría administrarse en polvo por la
boca para romper la piedra de los riñones. Deberían servirse del aceite de
escorpión mediante clísteres o por unción de las partes afectas.

A finales de siglo, Moyse Charas693 se ocupa también de ellos.

Nos ofrece una receta para el aceite simple de escorpiones y otra
para el compuesto.

El primero consiste en coger sesenta escorpiones bien grandes,
sumergirlos en tres libras de aceite de naranjas amargas, ponerlo al baño
María, añadir siete onzas de vino bueno y dejarlo cocer hasta consumir la
humedad. Después se cuela, se exprimen bien los escorpiones y el líquido
se guarda en una botella bien cerrada.

Ofrece dos consejos. El primero es no someter a los animales a
grandes traslados para evitar su muerte: el aceite debe hacerse con ellos
vivos. El segundo, realizar el cocimiento y no esperar, durante todo el
verano, con el líquido en maceración. No toma en cuenta la posible
influencia astrológica del astro rey e indica la mayor eficacia de someterlo
al baño María.

En cuanto a sus posibles utilidades, las tradicionales: contra las
dificultades de la orina; para evitar las piedras de los riñones y la vejiga,
aunque en este caso señala cómo algunos médicos lo introducen por la
uretra y no sólo lo aplican exteriormente. Contra las picaduras de
escorpiones y contra la peste y los venenos, tanto untado al exterior como
bebido disuelto en vino.

693 Moyse CHARAS, Pharmacope royale galenique et chymique, Lyon : Chez Anisson & Posuel,
1693, fol. 340-345.

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