Page 384 - Medicamentos fantásticos
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en este ámbito. Nos proporciona exactamente las mismas fórmulas y con
idénticos autores, excepto el de Lemery.
Muchas diferencias teóricas entre novatores o chymicos y
conservadores o galenistas, pero muy pocas en la realidad terapéutica y
discusiones poco útiles para el avance de la ciencia.
Pese a las etiquetas, Loeches no era un galenista. Simplemente un
buen boticario que aceptaba lo mejor del método antiguo y algunas cosas
del moderno, sin entregarse por entero a él.
La opinión sobre las escasas diferencias entre los autores se
incrementa si consultamos el libro de nuestro otro renovador, Jerónimo de
la Fuente Pierola696, en donde nos ofrece dos recetas del óleo de
escorpiones sin ninguna novedad y con muy pocas explicaciones prácticas.
De todos los citados, el más útil para quien nada supiera del asunto,
sin lugar a dudas, sería el barroco Charas. De esa manera un hombre que
hubo de huir de Francia por su religión y su adhesión a la facción
chimiátrica, se convirtió, tras regresar del exilio, no sólo en el divulgador
de la nueva forma de preparar medicamentos por medio de la chimia, sino
también en quien mejor explicó alguno de los antiguos remedios típicos del
galenismo como la triaca y su componente fundamental, las víboras y los
aceites de escorpiones. Los ilustrados ni avanzan en el análisis de las
antiguas fórmulas polifármacas ni, salvo escasas excepciones, las rechazan
en modo alguno.
Pomet697 hace referencia al óleo simple de Mesué y al compuesto de
Matiolo.
696 Jerónimo de la FUENTE PIEROLA, Tyrocinio Pharmacopeo, Método medico y chimico,
Pamplona: Joachin Joseph Martínez,1721, fol. 148-149.
697 Pierre POMET, Histoire generale…op., cit. fol. 190.
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idénticos autores, excepto el de Lemery.
Muchas diferencias teóricas entre novatores o chymicos y
conservadores o galenistas, pero muy pocas en la realidad terapéutica y
discusiones poco útiles para el avance de la ciencia.
Pese a las etiquetas, Loeches no era un galenista. Simplemente un
buen boticario que aceptaba lo mejor del método antiguo y algunas cosas
del moderno, sin entregarse por entero a él.
La opinión sobre las escasas diferencias entre los autores se
incrementa si consultamos el libro de nuestro otro renovador, Jerónimo de
la Fuente Pierola696, en donde nos ofrece dos recetas del óleo de
escorpiones sin ninguna novedad y con muy pocas explicaciones prácticas.
De todos los citados, el más útil para quien nada supiera del asunto,
sin lugar a dudas, sería el barroco Charas. De esa manera un hombre que
hubo de huir de Francia por su religión y su adhesión a la facción
chimiátrica, se convirtió, tras regresar del exilio, no sólo en el divulgador
de la nueva forma de preparar medicamentos por medio de la chimia, sino
también en quien mejor explicó alguno de los antiguos remedios típicos del
galenismo como la triaca y su componente fundamental, las víboras y los
aceites de escorpiones. Los ilustrados ni avanzan en el análisis de las
antiguas fórmulas polifármacas ni, salvo escasas excepciones, las rechazan
en modo alguno.
Pomet697 hace referencia al óleo simple de Mesué y al compuesto de
Matiolo.
696 Jerónimo de la FUENTE PIEROLA, Tyrocinio Pharmacopeo, Método medico y chimico,
Pamplona: Joachin Joseph Martínez,1721, fol. 148-149.
697 Pierre POMET, Histoire generale…op., cit. fol. 190.
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