Page 299 - Medicamentos fantásticos
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aunque en este último término incluye el negro, vulgo azabache. No se
acaba de enterar del todo.
Como siempre, es Pomet, el droguero, quien nos ofrece una
información más amplia.523 Explica que en las droguerías francesas se
vende el ámbar gris, el blanco y el láudano líquido, aunque tampoco sabe
muy bien de dónde se obtiene. Sin embargo describe muy bien el ámbar
amarillo, sucino o karabe.
Sus virtudes medicinales
En tiempos de Plinio lo creían adecuado para evitar la infección de
las amígdalas y las enfermedades de la garganta; es saludable colgárselo al
cuello de los niños como amuleto. Según Calístrato es un buen remedio
para la locura y la disuria o expulsión dificultosa o incompleta de la orina,
bebido o colgado al cuello. De esa última manera, curaría las fiebres.
Machacado con miel y agua de rosas cura las dolencias de los oídos y con
miel de Ática evita el oscurecimiento de la visión; disuelto en agua, sólo o
con mástique,{mastiche, almáciga, mastyx o lentisco (Pistacia lentiscus L.)}
es bueno para los dolores de estómago.
Nicolás Monardes le atribuye un gran número de cualidades,
aunque hace referencia al gris. Los mejores medicamentos de las boticas lo
llevan: los electuarios, las confecciones, polvos, píldoras, jarabes,
ungüentos, emplastos… y una confección llamada di ámbar. Lo considera
desconocido por los médicos antiguos, excepción hecha de los árabes. Sirve
para calentar, resolver y confortar, dada su complexión caliente y seca,
aunque con alguna pinguosidad que le permite actuar de emoliente.
Cura el dolor de cerebro, mezclado con aceite de azahar y conforta
los nervios.
523 Pierre POMET, Histoire Generale des Drogues, op., cit., T. II pág. 168, 174, 175, 352- 355.
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acaba de enterar del todo.
Como siempre, es Pomet, el droguero, quien nos ofrece una
información más amplia.523 Explica que en las droguerías francesas se
vende el ámbar gris, el blanco y el láudano líquido, aunque tampoco sabe
muy bien de dónde se obtiene. Sin embargo describe muy bien el ámbar
amarillo, sucino o karabe.
Sus virtudes medicinales
En tiempos de Plinio lo creían adecuado para evitar la infección de
las amígdalas y las enfermedades de la garganta; es saludable colgárselo al
cuello de los niños como amuleto. Según Calístrato es un buen remedio
para la locura y la disuria o expulsión dificultosa o incompleta de la orina,
bebido o colgado al cuello. De esa última manera, curaría las fiebres.
Machacado con miel y agua de rosas cura las dolencias de los oídos y con
miel de Ática evita el oscurecimiento de la visión; disuelto en agua, sólo o
con mástique,{mastiche, almáciga, mastyx o lentisco (Pistacia lentiscus L.)}
es bueno para los dolores de estómago.
Nicolás Monardes le atribuye un gran número de cualidades,
aunque hace referencia al gris. Los mejores medicamentos de las boticas lo
llevan: los electuarios, las confecciones, polvos, píldoras, jarabes,
ungüentos, emplastos… y una confección llamada di ámbar. Lo considera
desconocido por los médicos antiguos, excepción hecha de los árabes. Sirve
para calentar, resolver y confortar, dada su complexión caliente y seca,
aunque con alguna pinguosidad que le permite actuar de emoliente.
Cura el dolor de cerebro, mezclado con aceite de azahar y conforta
los nervios.
523 Pierre POMET, Histoire Generale des Drogues, op., cit., T. II pág. 168, 174, 175, 352- 355.
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