Page 147 - Medicamentos fantásticos
P. 147
trataba de evitar el dolor de estómago se quemaban con sus cáscaras y se
ponían sobre él, además de otras muchas aplicaciones, entre ellas crece
pelo.
Plinio 245 atribuye el dolor de cabeza producido por una de sus
especies –las llamadas de carión- a la gravedad de su olor. El color
amarillento de sus cáscaras se empleaba como tinte de la lana.
Durante la Edad Media, San Isidoro246 recuerda su antiquísima
consagración astral al llamarse a la nuez bellota de Júpiter.
El nombre del nogal (nux) lo atribuye a la nocividad de su sombra o
de las gotas destiladas de sus hojas para los árboles próximos.
A la nuez la concede una virtud alexifármaca tan potente que:
“introducida entre una comida sospechosa a base de hierbas o de hongos,
elimina todo cuanto de venenoso pueda haber en ella, apoderándose de ello y
aniquilándolo”.
Durante el Renacimiento, Laguna no añade ningún elemento nuevo
al uso terapéutico de las nueces.
Advierte sobre la nocividad de la sombra del nogal, no sólo para
otras plantas, sino para todo animal que duerme bajo ella, pues la
considera pesada y dañosa.
Francisco Nuñez de Oria,247 quien se hace cargo de todas las
indicaciones nutricionales de los principales autores del Islam medieval,
las tiene por dudosas para la nutrición (crean lombrices si se comen con
frecuencia y hacen perlesía en la lengua) aunque óptimas en su calidad
alexifármaca, tomadas con higo y ruda, en ayunas (son triaca contra todo
veneno).
245 Cayo PLINIO SEGUNDO, Historia Natural…traducida por el licenciado Jerónimo DE LA
HUERTA, Madrid: Luis Sánchez, 1624, libro XV, cap. XXII.
246 San ISIDORO, Etimologías, op., cit., Libro XVII, 21.
247 Francisco NUÑEZ DE ORIA, Regimiento y aviso…op., cit., fol. 252v.-253v.
147
ponían sobre él, además de otras muchas aplicaciones, entre ellas crece
pelo.
Plinio 245 atribuye el dolor de cabeza producido por una de sus
especies –las llamadas de carión- a la gravedad de su olor. El color
amarillento de sus cáscaras se empleaba como tinte de la lana.
Durante la Edad Media, San Isidoro246 recuerda su antiquísima
consagración astral al llamarse a la nuez bellota de Júpiter.
El nombre del nogal (nux) lo atribuye a la nocividad de su sombra o
de las gotas destiladas de sus hojas para los árboles próximos.
A la nuez la concede una virtud alexifármaca tan potente que:
“introducida entre una comida sospechosa a base de hierbas o de hongos,
elimina todo cuanto de venenoso pueda haber en ella, apoderándose de ello y
aniquilándolo”.
Durante el Renacimiento, Laguna no añade ningún elemento nuevo
al uso terapéutico de las nueces.
Advierte sobre la nocividad de la sombra del nogal, no sólo para
otras plantas, sino para todo animal que duerme bajo ella, pues la
considera pesada y dañosa.
Francisco Nuñez de Oria,247 quien se hace cargo de todas las
indicaciones nutricionales de los principales autores del Islam medieval,
las tiene por dudosas para la nutrición (crean lombrices si se comen con
frecuencia y hacen perlesía en la lengua) aunque óptimas en su calidad
alexifármaca, tomadas con higo y ruda, en ayunas (son triaca contra todo
veneno).
245 Cayo PLINIO SEGUNDO, Historia Natural…traducida por el licenciado Jerónimo DE LA
HUERTA, Madrid: Luis Sánchez, 1624, libro XV, cap. XXII.
246 San ISIDORO, Etimologías, op., cit., Libro XVII, 21.
247 Francisco NUÑEZ DE ORIA, Regimiento y aviso…op., cit., fol. 252v.-253v.
147