Page 103 - Medicamentos fantásticos
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y el mitridato- aquí son un simple más, junto a plantas aromáticas y Figura 75. Mandrágoras,
escorpiones infundidos en aceite hirviendo. Evidentemente tendría ínfulas Ioanne LONICERO, Pedanii
de panacea, aunque su fama fue muchísimo menor que la de la triaca o el Dioscoridis Anazarbei, op.,
mitridato. cit.

En la actualidad, se sabe que los frutos del laserpicio tienen unas
modestísimas virtudes estomacales y diuréticas.

Mandrágora

Es la Mandragora autumnalis Bertolini o Mandragora officinalis L.

En la actualidad la sabemos perteneciente a la familia de las
Solanáceas, en cuya composición química intervienen diversos alcaloides
muy activos: hiosciamina, escopolamina, atropina, entre otros, capaces de
paralizar la actividad del sistema nervioso vegetativo. Pueden producir la
dilatación de la niña del ojo (midriasis) mientras el iris queda inmovilizado.
Según las dosis llegan a ocasionar efectos paralizantes, excitantes e incluso
la muerte.

Quienes la toman pueden aparecer con las pupilas dilatadas, la vista
turbia, la garganta seca, con el equilibrio alterado a causa de vértigos,
inconsciencia, alucinaciones y delirios. Si la ingesta es excesiva se puede
morir.

La leyenda de la mandrágora

Es una de las plantas en torno a las cuales se han acumulado
misterios, supersticiones y turbios anhelos mágicos a lo largo de la
Historia, probablemente a consecuencia de la característica de su raíz, con
una forma más o menos parecida a la figura humana.

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