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los animales a pesar de la hipofagia. La proteína BMP8b se expresa también en el
hipotálamo y los ratones Bmp8b_/_ manifiestan niveles alterados de
neuropéptidos y fosforilación reducida de la proteína quinasa activada por AMP
(AMPK) lo que indica un estado anorexigénico. El tratamiento central con BMP8B
incrementó la activación simpática del tejido adiposo marrón dependiendo de
estado de la AMPK en núcleos clave hipotalámicos. Por tanto, BMP8B es una
proteína termogénica que regula el equilibrio energético en asociación con el
AMPK hipotalámico, y puede ofrecer un mecanismo para incrementar
específicamente el consumo de energía por el tejido adiposo marrón.



4. TEJIDO ADIPOSO MARRO[ N, O[ RGANO ENDOCRINO

El tejido adiposo blanco está ampliamente reconocido, no solo como órgano
de almacenamiento de energía, sino también como órgano endocrino productor de
una gran cantidad de factores denominados adipoquinas. La actividad del tejido
adiposo marrón se asocia con la protección contra la obesidad y con alteraciones
metabólicas. Estos efectos se han atribuido a su capacidad para la oxidación de los
ácidos grasos y la glucosa para mantener la termogénesis. Sin embargo, evidencias
recientes sugieren que en los efectos beneficiosos aportados por el tejido adiposo
marrón pueden estar asociados a una serie de factores que llevarían a considerar
también a este tejido como órgano endocrino. Una serie de moléculas
señalizadoras, con propiedades endocrinas, se liberan por el tejido adiposo marrón
en condiciones de activación termogénica. Además, se ha demostrado que el
trasplante experimental del tejido adiposo marrón mejora la tolerancia a la glucosa
y la sensibilidad a la insulina por influencia sobre las funciones hepáticas y
cardiacas. Se ha propuesto que estos efectos se deben a la liberación de factores
tales como el factor del crecimiento de fibroblastos 21 (FGF21) o la interleuquina 6
(IL6). Si el tejido adiposo marrón juega un papel endocrino hay que investigar
cuáles son los factores liberados por este tejido. Tales investigaciones pueden
revelar nuevas vías en la asociación entre la actividad de los adipocitos marrones y
el perfil metabólico y pueden ampliar la idea de un potencial terapéutico para la
obesidad y enfermedades asociadas.

Los factores endocrinos liberados por el tejido adiposo marrón pueden
señalizar en el sistema nervioso central y en la periferia. Alguno de estos factores,
IL6 y FGF21, induce procesos que se asocian con el consumo de energía metabólica
y con la provisión de sustratos combustibles para la termogénesis. Así, la IL6
promueve la lipolisis en el tejido adiposo blanco, el FGF21 induce la oxidación de
ácidos grasos en hígado y el FGF21 promueve la cardioprotección y la oxidación de
ácidos grasos en corazón. En páncreas, el FGF21 mejora la función de las células β,
y la IL6 mejora la secreción de insulina. Los factores endocrinos liberados por el
tejido adiposo marrón pueden afectar al metabolismo total actuando directamente
sobre los órganos periféricos e, indirectamente, a través del sistema nervioso
central para producir posteriores efectos sistémicos. Por ejemplo, la acción central
del FGF21 eleva el ritmo metabólico, y la acción de la IL6 sobre el sistema nervioso
central conduce a un incremento en la actividad del tejido adiposo marrón a través
de procesos dependientes del sistema nervioso simpático. La hormona tiroidea se
sabe que estimula la actividad, mediada por el sistema nervioso simpático, del

María Cascales Angosto|28
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