Page 91 - Medicamentos fantásticos
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Dioscórides se inclina por obtener el zumo de las simientes, los
tallos y las hojas tiernas para mitigar dolores, refrenar las destilaciones
calientes y agudas.

Se empleaban en los males de madre (relacionados con desarreglos
menstruales y otros problemas menos reales atribuídos al organismo
femenino) o dolores de oídos o muelas. En forma de emplasto contra las
hinchazones, y bebida la simiente contra la tos y el exceso de flujo del
menstruo. También para aliviar el dolor producido por la gota y los
compañones hinchados…

Andrés Laguna da testimonio del uso efectuado por las curanderas:

“Habiéndome venido a desecar ya tanto el cerebro, ciertas calenturas
que me dieron el año de cuarenta y tres {1543} en Metz de Lorena, que estuve
más de quince días sin dormir sueño, ni poder hallar orden para le provocar,
vino a mi una vejezuela tudesca, la cual tenía un lindo talle de bruja, y viendo
que velando me consumía, y cuasi me hacía ya frenético, tomó la funda de
una almohada e hinchóla de las hojas de aquesta valerosísima planta, y
después de llena, me la metió debajo de la cabeza, el cual remedio fue tan
acertado y tan pronto, que luego me adormecí como si me infundiera por los
ojos el sueño. Verdad es que, después de haber dormido de un voleo seis
horas, desperté como atónito por razón de aquél vapor grueso y frigidísimo
de la hierba, que, a mi parecer me había opilado las vías de los sentidos. Por
donde, volviendo al segundo sueño, me hice meter entre la cabeza y la dicha
almohada otra almohadilla de lana, y ansí dormí con menor pesadumbre,
hasta que, poco a poco, vine a restituirme en mi constitución natural…”

En la actualidad se sabe que está compuesta por alcaloides muy
activos: hiosciamina, escopolamina… produce sensaciones de gran ligereza,
se empleó para provocar el sueño y mitigar el dolor de muelas. Pueden
producir envenenamientos.

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