Page 112 - REAL ACADEMIA DE DOCTORES DE ESPAÑA
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A los 300.000 años lo imprevisible se volvió previsible y lo imposible,
posible. Tenemos impreso el plano con el que se hizo el Universo. ¿Fue casualidad,
se hizo por azar o ya estaba predestinado antes de producirse el Big Bang?
Durante los miles de millones de años posteriores, a partir de ese plano, se
crean las galaxias, con sus estrellas y planetas, justo en el sitio predeterminado.
Nuestro universo sustenta la vida en la Tierra. Eso lo sabemos. Puede que
también esté diseñado para albergar éste u otro tipo de vida en otra galaxia. Pero
eso no lo sabemos. Lo que sí sabemos es que no resulta fácil sustentar la vida en un
determinado planeta, al menos como la conocemos.
Y, ¿por qué la Tierra es tan especial?
Pues, por una serie de sucesos bastante complicados de igualar.
El Sol está a la distancia justa de nuestro planeta y es también del tamaño
adecuado. Si el Sol fuese más pequeño, no proporcionaría suficiente energía para
desarrollar la vida, pero si fuese más grande, explotaría en forma de supernova en
un espacio de tiempo muy corto para el desarrollo de la vida.
La propia situación del sistema solar, tiene la posición exacta dentro de
nuestra galaxia. En el centro de la galaxia, hay una gran congestión de estrellas de
cientos de miles, por lo que el tira y afloja gravitacional hace imposible la
existencia de planetas aptos para la vida, además de que la radiación es muy
intensa. Hacia los bordes externos de la galaxia ocurre lo contrario, la población
estelar es muy escasa, así como la radiación; los elementos pesados que se forman
son muy pocos y están muy dispersos, por lo que no hay suficiente material de
construcción para formar planetas.
Las condiciones dentro de los brazos espirales de la galaxia invitan a la
formación de planetas, pero la posición dentro de esos brazos es crítica. El sistema
solar, está dentro de uno de los brazos espirales de la Vía Láctea, pero ni
demasiado cerca del centro ni de los bordes exteriores, justo lo necesario para que
no existan estrellas masivas que exploten como supernovas y para que tenga la
densidad adecuada (figura 43).
112|Capítulo 12: La oportunidad en la construcción de la vida: ¿azar o propósito?
posible. Tenemos impreso el plano con el que se hizo el Universo. ¿Fue casualidad,
se hizo por azar o ya estaba predestinado antes de producirse el Big Bang?
Durante los miles de millones de años posteriores, a partir de ese plano, se
crean las galaxias, con sus estrellas y planetas, justo en el sitio predeterminado.
Nuestro universo sustenta la vida en la Tierra. Eso lo sabemos. Puede que
también esté diseñado para albergar éste u otro tipo de vida en otra galaxia. Pero
eso no lo sabemos. Lo que sí sabemos es que no resulta fácil sustentar la vida en un
determinado planeta, al menos como la conocemos.
Y, ¿por qué la Tierra es tan especial?
Pues, por una serie de sucesos bastante complicados de igualar.
El Sol está a la distancia justa de nuestro planeta y es también del tamaño
adecuado. Si el Sol fuese más pequeño, no proporcionaría suficiente energía para
desarrollar la vida, pero si fuese más grande, explotaría en forma de supernova en
un espacio de tiempo muy corto para el desarrollo de la vida.
La propia situación del sistema solar, tiene la posición exacta dentro de
nuestra galaxia. En el centro de la galaxia, hay una gran congestión de estrellas de
cientos de miles, por lo que el tira y afloja gravitacional hace imposible la
existencia de planetas aptos para la vida, además de que la radiación es muy
intensa. Hacia los bordes externos de la galaxia ocurre lo contrario, la población
estelar es muy escasa, así como la radiación; los elementos pesados que se forman
son muy pocos y están muy dispersos, por lo que no hay suficiente material de
construcción para formar planetas.
Las condiciones dentro de los brazos espirales de la galaxia invitan a la
formación de planetas, pero la posición dentro de esos brazos es crítica. El sistema
solar, está dentro de uno de los brazos espirales de la Vía Láctea, pero ni
demasiado cerca del centro ni de los bordes exteriores, justo lo necesario para que
no existan estrellas masivas que exploten como supernovas y para que tenga la
densidad adecuada (figura 43).
112|Capítulo 12: La oportunidad en la construcción de la vida: ¿azar o propósito?