Page 117 - REAL ACADEMIA DE DOCTORES DE ESPAÑA
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EPIdLOGO

Una buena fiesta no puede terminar sin los fuegos artificiales (figura 44). De
esta manera, quiero terminar esta obra. Los fuegos artificiales son un espectáculo
de luz y color. La pólvora negra y el perclorato potásico son los que producen la
explosión, pero los distintos colores los originan diferentes elementos y sus sales,
que al arder, dan lugar a una emisión de luz en el espectro visible. En definitiva, la
química en su estado puro.

Las sales de estroncio proporcionan un color intenso rojo carmesí. El sulfato
de cobre, presenta distintas tonalidades azules, dependiendo de la temperatura,
pero no se pueden superar los 1.200 °C, para conseguirlas. El sulfato de bario, es
verde luminoso a altas temperaturas. El aluminio (alúmina) da un color dorado a
1.480 °C, que torna al blanco a 2.982 °C. El magnesio y sus sales dan colores
blancos plateados muy brillantes, mientras que el sodio tiene un color amarillo o
naranja, dependiendo de la temperatura. El cinc, sin embargo, se emplea para
generar destellos en forma de estrellas. También, se pueden realizar mezclas para
conseguir tonalidades intermedias, a semejanza de los pigmentos o tintes.



Figura 44. Fuegos artificiales San Miguel 2010 Valsequillo Gran Canaria. Licencia Creative

Commons.

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