Page 55 - Medicamentos fantásticos
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Finaliza con estas castellanas palabras:
“En grande laberinto nos habemos metido y en muchas dificultades al
boticario, pues para ejercer su arte con más eminencia, queda empeñado a
ser estrellero, y yo a decirle de que manera, sin entrar en lo profundo de la
Astrología”.
Sus reglas son relativamente sencillas.
Para recoger las plantas se ha de tener en cuenta el tiempo y la hora
planetaria. Con respecto a lo primero. El cielo ha de estar sereno, en tierra
libre, en lugares altos, enjutos y no sombríos. Si se cogen para sus zumos:
cuando echan tallos; si para las flores: antes de caerse; si para guardar sus
semillas: cuando comienzan a secarse; los frutos, maduros; las raíces,
cuando las plantas se desnudan de hojas. Deben evitarse las manchas, por
si otros animales han derramado su veneno sobre ellas.
En cuanto a la hora planetaria. El día del Sol es el domingo; la Luna,
el lunes; Marte, el martes; Mercurio, el miércoles; Júpiter, el jueves; Venus,
el viernes; Saturno, el sábado.
Se debe tener en cuenta la cualidad principal. Si son calientes –
nardo, azafrán y aromáticos o cordiales- en la primera hora del domingo,
dedicado al Sol. Las que enfrían o humedecen –malvas, violetas,
adormideras-. En la primera hora de la Luna, es decir del lunes.
Se ha de reparar en los planetas que sucesivamente le acompañan,
descendiendo primero y ascendiendo después, como de Sol a Venus, de
Venus a Mercurio, de Mercurio a Luna, de Luna a Saturno y elegir la hora
de aquel planeta que más simbolice el influjo reinante en su día.
Para entenderlo bien le gustaría hacer una tabla planetaria, pero por
las variaciones de un sitio a otro, recomienda solicitarle el trabajo a un
astrólogo local. Él confiesa que tiene el de Burgos solamente para recoger
las plantas.
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“En grande laberinto nos habemos metido y en muchas dificultades al
boticario, pues para ejercer su arte con más eminencia, queda empeñado a
ser estrellero, y yo a decirle de que manera, sin entrar en lo profundo de la
Astrología”.
Sus reglas son relativamente sencillas.
Para recoger las plantas se ha de tener en cuenta el tiempo y la hora
planetaria. Con respecto a lo primero. El cielo ha de estar sereno, en tierra
libre, en lugares altos, enjutos y no sombríos. Si se cogen para sus zumos:
cuando echan tallos; si para las flores: antes de caerse; si para guardar sus
semillas: cuando comienzan a secarse; los frutos, maduros; las raíces,
cuando las plantas se desnudan de hojas. Deben evitarse las manchas, por
si otros animales han derramado su veneno sobre ellas.
En cuanto a la hora planetaria. El día del Sol es el domingo; la Luna,
el lunes; Marte, el martes; Mercurio, el miércoles; Júpiter, el jueves; Venus,
el viernes; Saturno, el sábado.
Se debe tener en cuenta la cualidad principal. Si son calientes –
nardo, azafrán y aromáticos o cordiales- en la primera hora del domingo,
dedicado al Sol. Las que enfrían o humedecen –malvas, violetas,
adormideras-. En la primera hora de la Luna, es decir del lunes.
Se ha de reparar en los planetas que sucesivamente le acompañan,
descendiendo primero y ascendiendo después, como de Sol a Venus, de
Venus a Mercurio, de Mercurio a Luna, de Luna a Saturno y elegir la hora
de aquel planeta que más simbolice el influjo reinante en su día.
Para entenderlo bien le gustaría hacer una tabla planetaria, pero por
las variaciones de un sitio a otro, recomienda solicitarle el trabajo a un
astrólogo local. Él confiesa que tiene el de Burgos solamente para recoger
las plantas.
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